La actriz Regina Torné, conocida por su extensa trayectoria en el mundo del espectáculo, ha sido objeto de atención mediática tras ser vista en una fila para ser atendida por un curandero callejero en Puebla. Este hecho ha generado un intenso debate en redes sociales, donde los internautas han expresado su sorpresa y preocupación por la decisión de la diva de acudir a un lugar que muchos consideran poco convencional para recibir atención médica. La figura del curandero ha cobrado popularidad en los últimos tiempos, especialmente en México, donde la tradición de la medicina alternativa y las prácticas espirituales son parte de la cultura. En este contexto, el rumano Mircea Gabriel Mihaila ha captado la atención de miles de personas que buscan alivio para diversas dolencias. Su fama ha crecido a través de testimonios en redes sociales, donde muchos aseguran haber encontrado sanación a través de sus manos. La llegada de Gabriel a México y su posterior establecimiento en Playa del Carmen le ha permitido desarrollar su práctica, atrayendo a un público que busca alternativas a la medicina convencional.
La presencia de Regina Torné en la fila para ser atendida por este curandero ha suscitado reacciones encontradas. Por un lado, hay quienes defienden su derecho a buscar cualquier tipo de ayuda que considere necesaria, independientemente de su estatus como figura pública. Sin embargo, otros han cuestionado su decisión, argumentando que su trayectoria artística debería llevarla a buscar atención médica en lugares más reconocidos y profesionales. Comentarios en redes sociales reflejan esta división de opiniones: «No puedo creer que una actriz de su calibre esté en una fila para ver a un charlatán» o «Es triste verla así, debería recibir atención de calidad». La situación se complica aún más al considerar la edad de Torné, quien a sus 81 años, podría estar enfrentando problemas de salud que la lleven a buscar soluciones en lugares inusuales. A pesar de la controversia, la actriz fue vista disfrutando de un día en la plaza, incluso deteniéndose a comer tacos, lo que ha llevado a algunos a especular si realmente buscaba atención médica o simplemente estaba de paseo.
El fenómeno de los curanderos en México no es nuevo, pero ha cobrado un nuevo impulso en la era digital. Las redes sociales han permitido que estas figuras ganen visibilidad, y muchos usuarios comparten sus experiencias, creando una especie de comunidad en torno a la sanación alternativa. Sin embargo, este auge también ha traído consigo críticas y preocupaciones sobre la seguridad y la eficacia de estos tratamientos. La falta de regulación en este ámbito plantea interrogantes sobre la salud de quienes deciden confiar en estas prácticas. En el caso de Regina Torné, su decisión de acudir a un curandero ha puesto de relieve la tensión entre la medicina tradicional y las alternativas que muchos consideran más accesibles o efectivas. La búsqueda de soluciones a problemas de salud puede llevar a las personas a explorar opciones que, en otras circunstancias, no considerarían.
La historia de Regina Torné y su visita al curandero Gabriel refleja un fenómeno más amplio en la sociedad contemporánea, donde la búsqueda de bienestar y sanación se ha diversificado. La figura del curandero, aunque a menudo vista con escepticismo, sigue siendo una opción para muchos que buscan respuestas a sus problemas de salud. La popularidad de estos sanadores puede ser vista como un reflejo de la desconfianza en la medicina convencional, así como de la necesidad de encontrar un sentido de comunidad y conexión en el proceso de sanación. A medida que la conversación sobre la salud y el bienestar continúa evolucionando, es probable que veamos más figuras públicas, como Regina Torné, explorando estas alternativas, lo que a su vez seguirá generando debate y discusión en la sociedad. La historia de Torné no solo es un caso aislado, sino que representa una tendencia más amplia que desafía las nociones tradicionales de la salud y el bienestar en la actualidad.