En los últimos meses, las autoridades mexicanas han intensificado sus esfuerzos para desmantelar las operaciones de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG). Las capturas de figuras clave dentro de estas organizaciones han generado un debate sobre la efectividad de las estrategias de seguridad implementadas por el gobierno. A pesar de los avances, expertos advierten que desarticular completamente estas redes criminales sigue siendo un desafío monumental.
**Detenciones Clave y sus Implicaciones**
Las fuerzas de seguridad han realizado detenciones significativas que han debilitado la estructura operativa de los cárteles. Entre los arrestados se encuentran individuos cercanos a los líderes de ambas organizaciones, como Don Rodo, hermano de Nemesio Oseguera, conocido como El Mencho, líder del CJNG. Don Rodo era responsable de la adquisición de propiedades para las operaciones del cártel. Asimismo, la captura de Kevin Alonso Gil Acosta, conocido como El 200, jefe de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán, ha sido otro golpe importante para el Cártel de Sinaloa. La muerte de José Humberto Figueroa Benítez, apodado El Perris, también ha marcado un hito en la lucha contra Los Chapitos, la facción del cártel liderada por los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán.
Estas detenciones son parte de una estrategia más amplia que ha llevado a la captura de más de 18,700 personas vinculadas a delitos de alto impacto en los últimos seis meses. Sin embargo, a pesar de estos logros, los especialistas en seguridad advierten que estas acciones no son suficientes para desmantelar las operaciones de los cárteles. La naturaleza de estas organizaciones, que operan con estructuras jerárquicas y redes de apoyo, permite que continúen funcionando incluso tras la pérdida de líderes clave.
**Estrategias de Seguridad y Desafíos Persistentes**
La estrategia del gobierno mexicano ha sido criticada por su enfoque en la captura de líderes y operadores de alto nivel, sin abordar las raíces del problema. David Saucedo, un experto en narcotráfico, señala que el Cártel de Sinaloa opera de manera horizontal, lo que significa que las decisiones se toman en conjunto por varios líderes. Esto les permite adaptarse rápidamente a la pérdida de un miembro clave. Por otro lado, el CJNG tiene una estructura más vertical, donde las órdenes provienen directamente de su líder, El Mencho. Esto hace que la captura de este líder sea crucial para desarticular la organización, pero también extremadamente difícil.
Las detenciones recientes, aunque significativas, no han logrado romper las cadenas financieras y operativas que sostienen a estas organizaciones. La cooperación internacional es esencial para abordar el problema del narcotráfico de manera efectiva. Las redes de tráfico de drogas son complejas y se extienden más allá de las fronteras de México, lo que requiere un enfoque coordinado entre diferentes países.
Además, la liberación de algunos detenidos, como Lesli “N”, alias La Güera, quien fue identificada como una operadora financiera del CJNG, resalta las debilidades en el sistema judicial. La falta de pruebas contundentes y las inconsistencias en los procedimientos de detención han permitido que algunos criminales recuperen su libertad, lo que socava los esfuerzos de las autoridades para mantener el control sobre la situación.
**El Futuro del Combate al Narcotráfico**
A medida que el gobierno mexicano continúa su lucha contra el narcotráfico, es evidente que se necesita un cambio en la estrategia. La implementación de políticas que aborden las causas subyacentes del crimen organizado, como la pobreza y la falta de oportunidades, es fundamental para reducir la influencia de los cárteles en la sociedad. Además, es crucial fortalecer las instituciones encargadas de la seguridad y la justicia para garantizar que las detenciones se traduzcan en resultados duraderos.
La lucha contra el narcotráfico en México es un problema complejo que requiere un enfoque multifacético. Las detenciones de líderes y operadores son pasos importantes, pero no son suficientes por sí solas. La colaboración entre agencias de seguridad, tanto a nivel nacional como internacional, así como la implementación de políticas sociales efectivas, son esenciales para lograr un cambio significativo en la lucha contra el crimen organizado. La batalla contra los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación está lejos de terminar, y el camino hacia la paz y la seguridad en México es aún incierto.
