Un incidente violento ha sacudido la ciudad de Boulder, Colorado, donde un hombre de 45 años, Mohamed Sabry Soliman, fue arrestado tras utilizar un lanzallamas casero para atacar a un grupo de manifestantes. Este ataque ocurrió durante un evento pacífico que exigía la liberación de los rehenes israelíes en Gaza, lo que ha llevado a las autoridades a clasificarlo como un «ataque terrorista dirigido». El FBI se encuentra investigando el caso, que ha dejado al menos ocho personas heridas, cuatro hombres y cuatro mujeres, cuyas edades oscilan entre los 52 y 88 años.
La violencia estalló el domingo por la tarde frente a un centro comercial, donde se llevaba a cabo el evento «Run for Their Lives», una actividad semanal organizada por la comunidad judía en apoyo a los rehenes capturados durante el ataque del grupo islamista Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023. Testigos del ataque han informado que el sospechoso gritaba «¡Palestina libre!» mientras lanzaba un artefacto incendiario contra la multitud. La policía de Boulder ha declarado que es demasiado pronto para determinar los motivos detrás de este ataque, aunque la Liga Antidifamación ha señalado que se trató de un acto de antisemitismo.
La situación ha generado una ola de reacciones tanto a nivel nacional como internacional. El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Gideon Saar, condenó el ataque en redes sociales, calificándolo de «terrible atentado terrorista antisemita». Asimismo, el embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, afirmó que el terrorismo contra los judíos no se limita a Gaza, sino que también se manifiesta en las calles de Estados Unidos. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, también se pronunció, denunciando el ataque como un acto dirigido contra personas que simplemente querían expresar su solidaridad con los rehenes.
La policía local ha indicado que el sospechoso, Mohamed Sabry Soliman, es un ciudadano egipcio que se encontraba en el país de manera ilegal. Según informes, Soliman ingresó a Estados Unidos a través del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles en agosto de 2022. Este detalle ha suscitado un debate sobre la seguridad fronteriza y las políticas de inmigración en el país. La Casa Blanca ha confirmado que el presidente Donald Trump fue informado sobre el incidente, lo que ha llevado a un aumento en la atención mediática y política en torno al ataque.
Los testigos han descrito escenas caóticas, con un video que muestra a Soliman sin camisa y sosteniendo botellas mientras el césped frente a él ardía. En el video, se le escucha gritar frases antisemitas, lo que ha llevado a muchos a considerar este ataque como un reflejo de un creciente clima de odio y violencia en el país. La fiscal general, Pam Bondi, ha calificado el incidente como un «horrendo ataque antisemita», lo que ha intensificado la discusión sobre la seguridad de las comunidades judías en Estados Unidos.
Este ataque se produce en un contexto de creciente tensión en torno al conflicto entre Israel y Gaza, que ha visto un aumento en la retórica y los actos de violencia en varias partes del mundo. La comunidad judía en Estados Unidos ha expresado su preocupación por la seguridad de sus miembros, especialmente en eventos públicos que abordan temas sensibles relacionados con el conflicto en Medio Oriente. La Liga Antidifamación ha instado a las autoridades a tomar medidas más efectivas para proteger a las comunidades en riesgo y a condenar enérgicamente cualquier forma de antisemitismo.
La respuesta de las autoridades ha sido rápida, con el FBI y la policía local trabajando juntos para investigar el ataque y garantizar la seguridad de la comunidad. Sin embargo, muchos se preguntan qué medidas se tomarán para prevenir futuros incidentes de violencia motivados por el odio. La comunidad judía, así como otros grupos minoritarios, están pidiendo una mayor protección y un enfoque más proactivo por parte de las autoridades para abordar el aumento del antisemitismo y la violencia en el país.
Este ataque en Boulder es un recordatorio sombrío de que la violencia y el odio pueden surgir en cualquier momento y en cualquier lugar, y que es fundamental que las comunidades se unan para condenar estos actos y trabajar hacia un futuro más pacífico y tolerante. La situación en Colorado ha puesto de relieve la necesidad de un diálogo abierto y constructivo sobre el conflicto en Medio Oriente y sus repercusiones en la sociedad estadounidense, así como la importancia de abordar las raíces del antisemitismo y la violencia en todas sus formas.