Jalisco, un estado mexicano conocido por su rica tradición cultural y gastronómica, está ampliando su oferta turística con la nueva Ruta del Tequila y Raicilla. Este proyecto no solo busca diversificar la experiencia del visitante, sino también reavivar el vínculo entre los pueblos productores y los viajeros que buscan autenticidad y hospitalidad. La ruta original, que ya era famosa por sus paisajes agaveros, se expande para incluir nuevos municipios, ofreciendo una experiencia más completa y enriquecedora.
### Expansión de la Ruta del Tequila y Raicilla
La nueva Ruta del Tequila y Raicilla abarca ahora ocho municipios, incluyendo Acatic, Tepatitlán, San Ignacio Cerro Gordo, Arandas, Jesús María, Atotonilco El Alto, Ayotlán y Tototlán. Esta expansión permite a los visitantes explorar enclaves menos conocidos pero igualmente vibrantes. Cada uno de estos pueblos aporta su propio ritmo, arquitectura y tradiciones, ofreciendo una experiencia única que va más allá de la simple degustación de bebidas.
La raicilla, un destilado artesanal de agave que ha ganado reconocimiento, se integra a esta ruta, permitiendo a los visitantes conocer su historia y proceso de producción. La Hacienda del Carmen, convertida en un hotel spa, y las zonas arqueológicas como Guachimontones son solo algunas de las paradas que enriquecen el recorrido. Michelle Fridman Hirsch, secretaria de Turismo de Jalisco, destacó que la ruta no solo se centra en el tequila, sino que también busca ofrecer una amplia oferta gastronómica, con la participación de chefs nacionales e internacionales que están interesados en abrir restaurantes en las tequileras.
### Experiencias Sensoriales y Gastronomía
La nueva ruta no se limita a la degustación de bebidas; invita a los visitantes a vivir experiencias sensoriales. En San Sebastián del Oeste, las antiguas minas de plata y las calles empedradas se combinan con pequeñas destilerías que producen raicilla de manera ancestral. En Mascota, las haciendas ofrecen recorridos sensoriales donde los visitantes pueden aprender sobre los diferentes tipos de agave y degustar cócteles innovadores.
Talpa de Allende, conocido por su importancia religiosa, ahora también ofrece una ruta etnobotánica del agave y talleres de cocina tradicional. Con mil 691 habitaciones de hotel y 533 establecimientos de alimentos y bebidas disponibles, los visitantes tienen una amplia gama de opciones para elegir, desde hoteles boutique hasta eco-lodges en los alrededores de Mascota o Talpa.
La gastronomía en la ruta también está floreciendo, con chefs jóvenes y cocineras tradicionales colaborando para crear platos que combinan ingredientes locales como el maíz y el chile con el tequila y la raicilla. La mixología en Jalisco está en auge, con bares en Guadalajara, Puerto Vallarta y en los pueblos de la ruta que reinterpretan el ADN del agave utilizando ingredientes autóctonos. Los bartenders se convierten en narradores de historias líquidas, transformando el origen campesino de los destilados en arte efímero.
Además de las catas y recorridos, la ruta ofrece actividades inmersivas que incluyen caminatas por campos de agave azul, talleres de jimado, rutas en bicicleta eléctrica y cabalgatas al atardecer. Estas experiencias son operadas por cooperativas locales, asegurando que los beneficios económicos lleguen directamente a las comunidades. La idea es construir una narrativa más amplia que celebre el territorio del agave en todas sus expresiones, reconociendo que la cultura del tequila y la raicilla es más que una bebida; es una forma de vida.
Jalisco no solo se presenta como un destino turístico, sino como un laboratorio de turismo cultural contemporáneo. Con la próxima Ruta del Vino del Lago de Chapala en desarrollo, que incluirá pequeños viñedos y proyectos enológicos, el estado continúa consolidando su posición como un lugar donde la tradición y la modernidad coexisten en armonía. La Ruta del Tequila y Raicilla, junto con la futura Ruta del Vino, promete ofrecer a los visitantes una experiencia única que celebra la riqueza cultural y gastronómica de Jalisco, reafirmando su lugar como cuna del sabor y del alma mexicana.
