La alcaldía de Azcapotzalco ha tomado la decisión de suspender el Tianguis de La Naranja por un periodo de una semana, una medida que surge tras la acumulación de quejas por parte de los vecinos de las colonias Santiago Ahuizotla y Ampliación San Pedro Xalpa. Este tianguis, que se instala en la Calzada la Naranja y calles aledañas, ha sido objeto de múltiples operativos y diálogos con los comerciantes, pero a pesar de estos esfuerzos, las irregularidades han persistido.
La problemática principal radica en el incumplimiento de las normativas establecidas, que incluyen horarios de instalación y retiro de los puestos, así como la venta ilegal de productos como alcohol, medicamentos y cigarros. Durante los operativos realizados en los últimos meses, las autoridades han confiscado mercancía ilegal, pero la conducta de algunos comerciantes ha continuado sin cambios significativos. La alcaldía ha enfatizado que, a pesar de los esfuerzos de diálogo y advertencias, la falta de cumplimiento ha llevado a esta sanción.
La suspensión del tianguis no solo busca hacer cumplir la ley, sino también proteger el bienestar de la comunidad. Las quejas de los vecinos han sido claras: el desorden y la venta de productos prohibidos afectan la calidad de vida en la zona. La alcaldía ha manifestado su intención de trabajar en conjunto con los vendedores y la comunidad para encontrar soluciones que beneficien a todos, promoviendo un comercio ordenado y seguro.
### La Importancia del Diálogo y la Regulación
El diálogo entre las autoridades y los comerciantes es fundamental para lograr un equilibrio entre el comercio informal y el respeto a las normativas. La alcaldía de Azcapotzalco ha intentado establecer un canal de comunicación con los representantes del tianguis, buscando que se cumplan las reglas y se respete la infraestructura pública y los domicilios de los vecinos. Sin embargo, la repetición de las infracciones ha llevado a la necesidad de medidas más drásticas.
La regulación del comercio informal es un tema complejo en muchas ciudades. Por un lado, los tianguis representan una fuente de ingresos para muchas familias y una opción de compra accesible para los consumidores. Por otro lado, el descontrol en la venta de productos puede generar problemas de salud pública y seguridad. La alcaldía ha señalado que su objetivo es encontrar un punto medio donde se pueda permitir la actividad comercial sin perjudicar a la comunidad.
La suspensión del Tianguis de La Naranja es un paso hacia la regulación necesaria para garantizar que el comercio se realice de manera ordenada y respetuosa. La alcaldía ha hecho un llamado a otros tianguis en la demarcación para que también cumplan con las normativas y eviten sanciones similares. Este tipo de acciones son esenciales para fomentar un ambiente de convivencia pacífica y ordenada en las comunidades.
### Estrategias para un Comercio Responsable
La alcaldía de Azcapotzalco ha manifestado su compromiso de seguir trabajando en estrategias que promuevan un comercio responsable y respetuoso con la comunidad. Esto incluye la implementación de operativos de vigilancia y la promoción de programas de capacitación para los comerciantes sobre las normativas y buenas prácticas en la venta de productos.
Además, se busca fomentar la participación de la comunidad en la regulación del comercio informal. La colaboración entre vecinos y autoridades puede ser clave para identificar problemas y proponer soluciones que beneficien a todos. La creación de espacios de diálogo donde se puedan expresar las inquietudes y sugerencias de los ciudadanos es fundamental para construir una relación de confianza entre la alcaldía y la comunidad.
La suspensión del Tianguis de La Naranja puede ser vista como una oportunidad para replantear la forma en que se lleva a cabo el comercio en la zona. Si se logra establecer un marco normativo claro y se promueve el cumplimiento de las reglas, se puede transformar la situación actual en un modelo de comercio que beneficie tanto a los vendedores como a los residentes.
La alcaldía ha reiterado su disposición a trabajar en conjunto con los comerciantes y la comunidad para lograr un equilibrio que permita la actividad comercial sin afectar la calidad de vida de los vecinos. La regulación del comercio informal es un desafío que requiere de la colaboración de todos los actores involucrados, y la suspensión del tianguis es solo un paso en este proceso de transformación.