La Central de Abasto de la Ciudad de México ha tomado la iniciativa de enviar 70 toneladas de víveres a las comunidades afectadas por las recientes lluvias e inundaciones en el norte de Veracruz. Esta acción es parte de una colecta organizada en colaboración con el Gobierno de la Ciudad y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). La coordinadora general de la Central de Abasto, Mónica Pacheco, ha destacado la importancia de facilitar la donación de productos a los comerciantes y productores locales, quienes han respondido de manera solidaria ante la emergencia.
**Centros de Acopio: Un Esfuerzo Colectivo**
Para llevar a cabo esta noble causa, se han establecido cinco centros de acopio dentro de las instalaciones de la Central de Abasto, además de un centro principal donde se concentran todos los productos recolectados. La funcionaria explicó que se busca facilitar a los comerciantes la entrega de sus donaciones, incluso ofreciendo el servicio de recolección de productos directamente en sus áreas de trabajo. Esto ha permitido que muchos se sumen a la causa sin complicaciones.
«Queremos facilitarles a nuestros comerciantes, abarroteros y productores la entrega de sus donaciones. Si alguien no puede dejar los productos en su área de trabajo, nosotros pasamos por ellos con nuestros vehículos y los trasladamos a este centro», comentó Pacheco. Este esfuerzo se enmarca dentro de los 36 centros de acopio habilitados por el Gobierno de la Ciudad de México, lo que demuestra un compromiso colectivo ante la crisis.
La Central de Abasto también cuenta con el respaldo de la Secretaría de la Contraloría General y mantiene comunicación constante con la Sedena, que se encargará de trasladar los víveres a las zonas más afectadas de Veracruz. Para maximizar la recolección de donaciones, dos de los seis centros de acopio están operando las 24 horas, aprovechando la dinámica nocturna del mercado. Esto permite que los trabajadores que llegan de madrugada también puedan contribuir a la causa.
Entre los productos que se están recolectando se encuentran artículos esenciales como agua embotellada, arroz, frijol, atún, azúcar, leche en polvo, sopas, aceite, café soluble, pañales, toallas sanitarias, jabón, papel higiénico, pasta y cepillos dentales, así como medicamentos como paracetamol e ibuprofeno. También se está recibiendo alimento para mascotas, lo que refleja la diversidad de necesidades de las familias afectadas.
**La Generosidad de los Productores Locales**
Aunque se priorizan los artículos no perecederos, la respuesta de los productores de la Central de Abasto ha sido notable. Muchos han donado camiones completos de productos perecederos como papa y cebolla, reconociendo que, aunque no siempre se solicitan, son vitales para quienes enfrentan la escasez de alimentos. Perfecto, uno de los productores, mencionó: «Sabemos que los perecederos no siempre se piden, pero la gente tiene hambre. La papa, si se conserva adecuadamente, puede durar hasta tres meses».
Además, se ha observado que productores de Tuxpan, que normalmente llegan a la Central a vender naranjas, están regresando con camiones cargados de víveres donados por comerciantes y compradores del mercado. Este tipo de solidaridad es un testimonio del espíritu comunitario que prevalece en tiempos de crisis.
Los centros de acopio de la Central de Abasto continuarán recibiendo donaciones las 24 horas durante los próximos días, con el objetivo de completar los envíos de ayuda humanitaria hacia el estado de Veracruz. La respuesta de la comunidad ha sido abrumadora, y se espera que esta colaboración continúe creciendo a medida que más personas se sumen a la causa.
La situación en Veracruz es crítica, con un saldo trágico de 72 personas fallecidas y 48 no localizadas tras las intensas lluvias que han afectado a cinco estados del país. La ayuda humanitaria es esencial para mitigar el sufrimiento de los damnificados y garantizar que reciban el apoyo necesario para reconstruir sus vidas. La Central de Abasto, con su esfuerzo coordinado y la generosidad de sus comerciantes, se ha convertido en un pilar fundamental en esta labor humanitaria, demostrando que la solidaridad puede marcar la diferencia en momentos de necesidad.