Bolivia inicia una nueva era política con la asunción de Rodrigo Paz Pereira como presidente, marcando un cambio significativo tras 20 años de gobierno de izquierda. Este evento, que tuvo lugar el 8 de noviembre de 2025, representa no solo un cambio en el liderazgo, sino también una transformación en la política exterior y económica del país. Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), ha prometido abrir Bolivia al mundo y restablecer relaciones con naciones que habían estado distantes durante la administración del Movimiento al Socialismo (MAS).
La ceremonia de investidura se llevó a cabo en la sede del Parlamento en La Paz, con la presencia de varios jefes de Estado y dignatarios internacionales. Entre los asistentes se encontraban los presidentes de Argentina, Chile, Ecuador, Paraguay y Uruguay, así como el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau. Este evento simboliza un retorno a la diplomacia con países que habían mantenido una postura distante hacia Bolivia en los últimos años.
Paz ha expresado su intención de restablecer plenamente las relaciones con Estados Unidos, que se rompieron en 2008 tras la expulsión del embajador estadounidense por el entonces presidente Evo Morales. En su primer viaje a Estados Unidos como presidente electo, Paz se reunió con el secretario de Estado, Marco Rubio, lo que fue considerado como el inicio de una nueva etapa en las relaciones bilaterales. Este acercamiento es crucial, especialmente en un contexto de crisis económica que enfrenta Bolivia, donde la necesidad de inversión y apoyo internacional es apremiante.
### Un Cambio en la Política Exterior
La política exterior de Bolivia ha estado marcada por un alineamiento con países como Rusia y China durante el gobierno del MAS. Sin embargo, la llegada de Paz al poder indica un giro hacia una mayor apertura y colaboración con naciones occidentales. La asistencia de líderes como Gabriel Boric de Chile y Javier Milei de Argentina a la ceremonia de investidura es un claro indicativo de este cambio. Durante casi dos décadas, las relaciones entre Bolivia y Chile han estado tensas, especialmente debido a la demanda marítima boliviana, que fue rechazada por la Corte Internacional de Justicia en 2018. La presencia de Boric en la investidura de Paz es interpretada como un gesto de diálogo y apertura entre ambos países.
Paz ha dejado claro que su gobierno se enfocará en establecer relaciones con naciones que compartan principios democráticos. Este enfoque excluye a gobiernos como los de Cuba, Nicaragua y Venezuela, que fueron aliados del MAS. La nueva administración busca construir un entorno diplomático que favorezca la inversión y el desarrollo económico, lo que es esencial para abordar la crisis que enfrenta el país.
### La Agenda Económica de Rodrigo Paz
Uno de los principales desafíos que enfrenta el nuevo presidente es la crisis económica que ha golpeado a Bolivia. Con un enfoque en el “capitalismo para todos”, Paz ha prometido abrir partes de la economía a la inversión privada y cerrar empresas estatales que operan con pérdidas. Su plan incluye incentivos fiscales para pequeñas empresas y una mayor autonomía fiscal para los gobiernos regionales, buscando estimular el crecimiento económico y la creación de empleo.
Paz, quien obtuvo el 54.96% de los votos en la segunda vuelta electoral, ha manifestado su compromiso de mantener los programas sociales que benefician a los sectores más vulnerables de la población. En un contexto donde la desconfianza hacia los recortes prometidos por su oponente era palpable, Paz adoptó un tono más populista durante la campaña, asegurando que los beneficios sociales se respetarán desde el primer día de su gobierno.
Sin embargo, los economistas advierten que las promesas de Paz pueden ser difíciles de cumplir. El país enfrenta un agujero fiscal significativo, y los analistas sugieren que cualquier ajuste necesario será complicado y potencialmente disruptivo. La legislatura fragmentada también representa un desafío, ya que ningún partido tiene mayoría en las cámaras, lo que obligará a Paz a forjar alianzas para gobernar de manera efectiva.
La historia personal de Rodrigo Paz también es notable. Nacido en el exilio durante una dictadura militar, ha vivido experiencias que han moldeado su perspectiva política. Su padre, Jaime Paz Zamora, fue presidente de Bolivia y su familia ha enfrentado adversidades que han influido en su compromiso con la democracia y el desarrollo del país. Con una educación en Estados Unidos y una carrera política que abarca varias décadas, Paz se presenta como un líder que busca un equilibrio entre el crecimiento económico y la justicia social.
La asunción de Rodrigo Paz como presidente de Bolivia no solo marca el fin de una era, sino que también abre la puerta a nuevas oportunidades y desafíos. Su enfoque en la apertura internacional y la reforma económica será crucial para el futuro del país en un contexto global cambiante.
