Rod Stewart, el icónico cantante británico, deslumbró a sus seguidores en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México durante su gira «One Last Time». A sus 80 años, Stewart demostró que la edad es solo un número, ofreciendo un espectáculo lleno de energía y carisma ante un público de 15,000 personas. Este evento, que tuvo lugar el martes, fue una celebración de su vasta carrera musical, que abarca más de cinco décadas.
La noche comenzó puntualmente con una serie de éxitos que hicieron vibrar a los asistentes. Con canciones como ‘Infatuation’, ‘Tonight I’m Yours (Don’t Hurt Me)’ y ‘It Takes Two’, Stewart mostró su inconfundible estilo y su capacidad para conectar con el público. La orquesta que lo acompañaba, compuesta por violines, arpa, saxofón y percusiones, creó un ambiente sonoro envolvente que realzó cada interpretación. Las pantallas gigantes que flanqueaban el escenario también jugaron un papel crucial, proporcionando una experiencia visual que complementaba la música.
### Un Espectáculo de Estilo y Energía
Uno de los aspectos más destacados de la actuación de Stewart fue su habilidad para mantener la atención del público. A pesar de su edad, el cantante se movía con agilidad por el escenario, realizando saltos y gestos que provocaban vítores y aplausos. Su séquito de coristas también tuvo un papel fundamental, asumiendo el micrófono en momentos clave, como durante la interpretación de ‘Forever Young’, donde la energía del grupo mantuvo viva la emoción del espectáculo.
El primer gran momento de la noche llegó con ‘Baby Jane’ y ‘Young Turks’, donde la combinación de guitarras eléctricas y una esfera de luces evocando la discoteca de los años 70 hizo que el público se pusiera de pie. Stewart, con su carisma inigualable, no dudó en mostrar sus mejores pasos de baile, contagiando a todos con su entusiasmo. La atmósfera se tornó mágica cuando, en un momento de conexión profunda, el público se unió para cantar ‘You’re in My Heart (The Final Acclaim)’, creando una experiencia colectiva que resonó en cada rincón del Palacio.
A medida que avanzaba el concierto, Stewart cambió de vestuario, apareciendo con una chaqueta y camisa blanca que acentuaban su estilo distintivo. La interpretación de ‘I Don’t Want to Talk About It’ fue un momento conmovedor, donde muchos asistentes sacaron sus teléfonos para grabar el instante, reflejando la importancia de la música en sus vidas. La nostalgia y la alegría se entrelazaron en el aire, haciendo de esta actuación un evento memorable.
### Un Regreso Triunfal y la Promesa de Más
Rod Stewart no solo ofreció un espectáculo musical; también realizó un viaje emocional a través de su carrera. Con cada canción, recordó a los asistentes por qué ha sido una figura central en la música durante tantos años. Su regreso a México, después de 36 años, fue un hito significativo, marcando un antes y un después en la historia musical del país. La última vez que se presentó en el Estadio La Corregidora de Querétaro, su voz resonó en un momento histórico que dejó una huella imborrable en la cultura rockera mexicana.
El cantante, que recientemente concluyó una residencia en The Colosseum at Caesars Palace en Las Vegas, demostró que su talento sigue intacto. A pesar de los desafíos que presenta la altura de la Ciudad de México, Stewart se mostró cómodo y enérgico durante todo el concierto. La velada culminó con ‘Love Train’, dejando a un público satisfecho y emocionado por la entrega del artista y su impecable banda.
La gira «One Last Time» de Rod Stewart ha sido anunciada como una despedida, pero su legado musical perdurará. La luz que emana de artistas de su calibre nunca se apaga; al contrario, sigue iluminando a nuevas generaciones. Cada actuación es una celebración de su carrera y una invitación a disfrutar de la música, sin importar el día de la semana. La magia de Rod Stewart sigue viva, y su música continuará resonando en los corazones de sus fans por muchos años más.