La situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex) ha alcanzado niveles críticos en el primer semestre de 2025, con pérdidas que han sorprendido a analistas y expertos del sector. La empresa estatal ha reportado un daño sin precedentes de 12 mil 729 millones de pesos, principalmente debido a un acuerdo entre el gobierno y los empresarios gasolineros que establece un tope en el precio de la gasolina regular. Este pacto, firmado por la presidenta Claudia Sheinbaum el 27 de febrero, ha llevado a Pemex a absorber costos de transporte y almacenamiento que antes eran cubiertos por los distribuidores.
**Impacto del Acuerdo de Precios en Pemex**
El acuerdo que limita el precio del litro de gasolina Magna a 24 pesos ha tenido un efecto devastador en las finanzas de Pemex Logística, el área encargada del transporte y almacenamiento de combustibles. Según expertos, esta situación ha obligado a la empresa a reducir los precios de venta en sus terminales de almacenamiento, lo que ha resultado en pérdidas de entre 1 y 1.50 pesos por litro. Este sacrificio financiero ha llevado a una caída del 41% en los ingresos de Pemex Logística, que pasaron de 47 mil 302 millones de pesos en el primer semestre de 2024 a solo 28 mil 90 millones en el mismo periodo de 2025.
Ramsés Pech, analista del sector energético, explica que la política de precios ha obligado a Pemex a asumir costos que antes eran responsabilidad de los comercializadores y distribuidores. Esto ha generado un impacto directo en los ingresos de la empresa, que dependen en un 28% a 30% de las ventas de gasolina. La situación se complica aún más al considerar que Pemex vende el 80% de sus combustibles a través de estaciones de servicio que operan bajo diferentes marcas, lo que limita su capacidad de maniobra en el mercado.
**Desafíos Estructurales en Pemex**
A pesar de las pérdidas en Pemex Logística, la empresa ha logrado un saldo total a favor de 16 mil 187 millones de pesos gracias a las ganancias en otras áreas. Sin embargo, esto no oculta los problemas estructurales que enfrenta la compañía. La petrolera ha reconocido que su rentabilidad se ha visto afectada por la disminución en los ingresos por ventas, el deterioro de activos fijos y el aumento de gastos de distribución y administración.
La situación se agrava con la antigüedad de las refinerías y la falta de inversiones en nuevos pozos de extracción. La plataforma de refinación de Pemex genera más productos petrolíferos, pero con márgenes de ganancia reducidos, lo que pone en entredicho la viabilidad financiera a largo plazo de la empresa.
Adrián Duhalt, experto en el sector energético, señala que, a pesar de los esfuerzos del gobierno por apoyar a Pemex, la empresa continúa enfrentando desafíos financieros y operativos. La falta de claridad sobre la colaboración con empresas privadas, que podrían aportar experiencia técnica y recursos financieros, genera escepticismo sobre el futuro de la petrolera.
La situación de Pemex es un reflejo de las tensiones entre la política energética del gobierno y las realidades del mercado. A medida que el gobierno busca mantener los precios de la gasolina bajo control, Pemex se encuentra atrapada en un ciclo de pérdidas que podría tener repercusiones más amplias para la economía mexicana.
En resumen, Pemex enfrenta un panorama complicado, donde las decisiones políticas y las condiciones del mercado se entrelazan, poniendo en riesgo no solo su estabilidad financiera, sino también su capacidad para cumplir con sus obligaciones y mantener su posición como una de las empresas más importantes del país.