La situación en Israel se ha vuelto cada vez más tensa a medida que el ejército busca reclutar a hombres ultraortodoxos, quienes tradicionalmente han estado exentos del servicio militar. Esta decisión ha generado protestas masivas y un profundo descontento dentro de la comunidad ultraortodoxa, que se siente amenazada por la presión del gobierno y el ejército en medio de un conflicto prolongado en Gaza.
Las protestas en Jerusalén son un claro reflejo de esta resistencia. En la noche del 26 de agosto de 2025, cientos de hombres de la comunidad Edah Haredit se congregaron para expresar su descontento. Vestidos con sus trajes tradicionales, los manifestantes escucharon a un rabino de alto rango que denunciaba la decisión del gobierno de reclutar a los ultraortodoxos. Este grupo, que ha estado exento del servicio militar desde la fundación de Israel, ahora se enfrenta a un cambio drástico en su realidad. La Corte Suprema de Israel dictaminó que el ejército podía comenzar a reclutar a hombres ultraortodoxos, lo que ha llevado a un aumento en la tensión social y política.
La comunidad ultraortodoxa, que se dedica principalmente al estudio religioso, ve el servicio militar como una amenaza a su estilo de vida. Haim Bamberger, un joven de 23 años, expresó su firme creencia de que estudiar la Torá es su forma de defender a Israel. Para él, el reclutamiento militar es un acto que va en contra de lo que considera la voluntad divina. A pesar de haber recibido una convocatoria para enlistarse, Bamberger ha decidido ignorar el aviso, arriesgándose a enfrentar consecuencias legales. Esta situación refleja el dilema que enfrentan muchos jóvenes ultraortodoxos: cumplir con las expectativas de su comunidad o seguir las órdenes del gobierno.
La crisis política que se ha desatado en Israel es igualmente preocupante. El servicio militar es obligatorio para la mayoría de los israelíes judíos, tanto hombres como mujeres. Sin embargo, la exención para los ultraortodoxos ha sido un punto de resentimiento para muchos israelíes laicos. La prolongada guerra en Gaza ha intensificado este resentimiento, convirtiendo un problema de larga data en una crisis política que amenaza la estabilidad del gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu. La reciente decisión de dos partidos ultraortodoxos de retirarse del gobierno debido a la falta de legislación que los exima del servicio militar podría llevar a elecciones anticipadas, lo que complicaría aún más la situación política en el país.
El reclutamiento de hombres ultraortodoxos no solo es un tema de debate social, sino que también plantea preguntas sobre la identidad y la cohesión nacional en Israel. La comunidad ultraortodoxa ha crecido significativamente en las últimas décadas, y se estima que actualmente representa aproximadamente el 13% de la población israelí. Esta creciente población ha llevado a un aumento en la presión para que se integren en el servicio militar, especialmente en un momento en que el ejército enfrenta una grave escasez de personal debido a las bajas en el conflicto en Gaza.
A medida que la guerra se prolonga, el ejército israelí ha anunciado la necesidad urgente de reclutar a 12,000 nuevos soldados. Sin embargo, hasta ahora, solo un pequeño número de hombres ultraortodoxos se ha alistado. La mayoría de ellos no están preparados para el combate inmediato, lo que plantea dudas sobre la efectividad de la estrategia de reclutamiento del ejército. La situación se complica aún más por la resistencia de muchos rabinos ultraortodoxos a permitir que sus seguidores se alisten, ya que temen que esto socave su autoridad y control sobre la comunidad.
El conflicto también ha llevado a un cambio en las actitudes dentro de la comunidad ultraortodoxa. Algunos jóvenes están comenzando a cuestionar la tradición de evitar el servicio militar. Nechumi Yaffe, una académica ultraortodoxa, señala que hay un cambio en la percepción de la obligación de servir. Encuestas indican que un porcentaje significativo de hombres ultraortodoxos estaría dispuesto a enlistarse si no fueran condenados al ostracismo por sus comunidades. Este cambio de mentalidad podría ser un indicio de que la comunidad está comenzando a adaptarse a las realidades cambiantes de la sociedad israelí.
La historia del servicio militar en Israel está profundamente entrelazada con la identidad nacional. Desde la fundación del estado en 1948, el servicio militar ha sido visto como un deber cívico y una forma de contribuir a la defensa del país. Sin embargo, la exención de los ultraortodoxos ha sido un tema de controversia durante décadas. La decisión de la Corte Suprema de Israel de permitir el reclutamiento de hombres ultraortodoxos marca un cambio significativo en esta dinámica, y es probable que continúe generando tensiones en el futuro.
La pregunta sobre la equidad en el servicio militar se ha vuelto más relevante que nunca. Muchos israelíes laicos se sienten frustrados al ver que sus hijos son enviados a la guerra mientras que los jóvenes ultraortodoxos permanecen en sus yeshivás. Esta percepción de desigualdad ha alimentado el resentimiento y la división en la sociedad israelí, lo que podría tener repercusiones a largo plazo en la cohesión social y política del país. A medida que la situación en Gaza sigue evolucionando, el debate sobre el servicio militar y la integración de los ultraortodoxos en la sociedad israelí se volverá cada vez más crítico.