La llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia de México el 1 de octubre de 2024 marcó un hito en la historia política del país. Con un respaldo del 60% de los votantes, su juramento fue recibido con aplausos en el Zócalo, mientras que en Estados Unidos, los analistas comenzaban a evaluar su gestión con atención. A lo largo de su primer año, la popularidad de Sheinbaum se disparó, alcanzando más del 70% de aprobación, lo que sorprendió a muchos observadores internacionales. Esta tendencia positiva se ha mantenido, y su estilo de gobernanza ha sido caracterizado por un equilibrio entre firmeza y diplomacia, especialmente en su relación con el expresidente Donald Trump.
La relación entre México y Estados Unidos ha sido un tema central durante este primer año de gobierno. Desde el Capitolio, se han emitido informes que destacan tanto los logros como las preocupaciones sobre la administración de Sheinbaum. A pesar de la simpatía que genera su figura, también se han señalado riesgos asociados a reformas que podrían amenazar la independencia de las instituciones mexicanas. El Servicio de Investigación del Congreso (CRS) ha estado monitoreando de cerca las acciones de Sheinbaum, analizando su impacto en la seguridad, la migración y la economía.
### La Herencia Obradorista y sus Implicaciones
Uno de los aspectos más destacados en los informes del CRS es la continuidad de las políticas del ex presidente Andrés Manuel López Obrador. Sheinbaum ha heredado un marco político que le permite implementar reformas significativas, pero también enfrenta el desafío de mantener la confianza de los inversionistas y la comunidad internacional. Desde su llegada, ha impulsado reformas que incluyen la transferencia de la Guardia Nacional al control militar y la elección popular de jueces, acciones que han generado tanto apoyo como críticas.
Los analistas advierten que estas reformas, aunque pueden ser vistas como un avance en la democratización, también podrían debilitar la independencia judicial y aumentar la corrupción. La rapidez con la que se han aprobado estas reformas ha suscitado preocupación en el Capitolio, donde se teme que puedan afectar la gobernabilidad y la transparencia en México. A pesar de estos desafíos, el informe del CRS también reconoce el clima de diálogo y cooperación que se ha establecido entre ambos países, lo que podría ser beneficioso para la relación bilateral en el futuro.
### Vigilancia y Cooperación: Un Equilibrio Delicado
A medida que Sheinbaum avanza en su agenda política, la vigilancia del Congreso estadounidense se intensifica. Cada acción, cada reforma y cada declaración son analizadas con lupa, lo que refleja la complejidad de la relación entre México y Estados Unidos. En este contexto, el CRS ha emitido informes que destacan la importancia de la cooperación en temas de seguridad y migración, así como la necesidad de mantener un equilibrio en las relaciones comerciales.
La administración de Sheinbaum ha enfrentado retos significativos en el combate al narcotráfico, especialmente en relación con el fentanilo, que ha sido identificado como un problema crítico en la frontera. A pesar de los esfuerzos del gobierno mexicano, los informes indican que la lucha contra este fenómeno es un camino largo y complicado. La cooperación en materia de seguridad se ha mantenido, pero los analistas advierten que cualquier desliz en la política comercial o en la gestión de la seguridad podría poner en riesgo esta relación.
El panorama económico también es un tema recurrente en los análisis del CRS. Las reformas institucionales que ha impulsado Sheinbaum son vistas con cautela, ya que podrían comprometer la certidumbre jurídica y la confianza del sector privado. Sin embargo, el informe también señala que la administración ha lanzado iniciativas para atraer inversión extranjera y fomentar la industrialización, lo que podría ser un paso positivo hacia el fortalecimiento de la economía mexicana.
En resumen, el primer año de Claudia Sheinbaum en la presidencia ha estado marcado por una serie de desafíos y oportunidades. Su capacidad para navegar en un entorno político complejo, tanto a nivel nacional como internacional, será crucial para el futuro de su administración. A medida que avanza su mandato, la atención del Congreso estadounidense y de la comunidad internacional seguirá siendo un factor determinante en la evolución de su gobierno.
