Perú se convirtió en el epicentro de una movilización masiva durante el fin de semana del 20 y 21 de septiembre de 2025, cuando miles de jóvenes, en su mayoría pertenecientes a la generación Z, salieron a las calles de Lima para expresar su descontento con el gobierno de Dina Boluarte. La manifestación, conocida como la «Marcha de la Generación Z», fue convocada en respuesta a la reciente aprobación de una reforma a la ley de pensiones, que muchos consideran perjudicial para el futuro de millones de afiliados.
La ley en cuestión, la Ley N° 32123, ha generado un gran revuelo, ya que se estima que podría privar a aproximadamente 8.6 millones de personas de la posibilidad de acceder a una pensión de jubilación. Este hecho ha llevado a la movilización de colectivos y organizaciones que se identifican con la generación Z, quienes se unieron bajo el lema «Unidos por un Perú que merecemos». Sin embargo, lo que comenzó como una protesta pacífica se tornó violento debido a la intervención de la Policía Nacional del Perú, que desplegó un fuerte contingente para controlar la situación.
### La Respuesta de la Policía y el Clima de Tensión
A pesar de que la marcha fue inicialmente planeada como un evento pacífico, la presencia masiva de fuerzas policiales generó un clima de tensión que desembocó en enfrentamientos. Durante el primer día de la movilización, la Policía Nacional reportó que alrededor de 450 personas participaron en actos de violencia en el Centro Histórico de Lima, lo que resultó en daños al patrimonio público y privado. En respuesta, las fuerzas del orden utilizaron métodos de control que incluyeron el uso de gas lacrimógeno y perdigones, lo que provocó una serie de heridos entre los manifestantes y los periodistas que cubrían la protesta.
Los reportes indican que al menos 14 personas resultaron heridas, incluyendo a tres periodistas, mientras que la Policía Nacional reportó que 12 de sus efectivos también sufrieron lesiones. La institución justificó su actuación al afirmar que el uso de la fuerza fue legítimo y necesario para restablecer el orden público. Sin embargo, esta respuesta ha sido criticada por diversas organizaciones de derechos humanos, que han denunciado el uso desproporcionado de la fuerza por parte de las autoridades.
### Influencia de la Cultura Pop en la Protesta
Uno de los aspectos más llamativos de la «Marcha de la Generación Z» fue la inclusión de elementos de la cultura pop, como la bandera pirata del anime One Piece, que fue colocada en un asta durante la protesta. Este símbolo, que representa la libertad y la aventura en la serie, ha sido adoptado por jóvenes de diferentes partes del mundo como un emblema de resistencia y lucha por los derechos. En el contexto de la marcha, la bandera se convirtió en un símbolo de unidad y esperanza para una generación que se siente desilusionada con el sistema político actual.
La participación de influencers y tiktokers también jugó un papel crucial en la movilización, amplificando el mensaje de los jóvenes a través de las redes sociales. Este fenómeno refleja cómo la generación Z utiliza plataformas digitales para organizarse y expresar su descontento, convirtiéndose en una fuerza significativa en el ámbito político y social. La capacidad de esta generación para movilizarse y hacer oír su voz a través de las redes sociales es un testimonio de su adaptabilidad y compromiso con causas sociales.
### Contexto Político y Social en Perú
La situación política en Perú ha estado marcada por la inestabilidad desde la asunción de Dina Boluarte a la presidencia el 7 de diciembre de 2022, tras la destitución de Pedro Castillo. Su mandato ha estado rodeado de controversias y una creciente impopularidad, con encuestas que indican que un 79% de la población siente vergüenza del gobierno y un 85% del Congreso. Esta desconfianza hacia las instituciones ha alimentado el descontento social, especialmente entre los jóvenes, quienes ven en la marcha una oportunidad para exigir cambios significativos.
La generación Z, nacida entre 1997 y 2012, ha crecido en un entorno digital y se caracteriza por su conciencia social y su interés en temas como el cambio climático, la equidad y la salud mental. Esta generación no solo busca un cambio en las políticas gubernamentales, sino que también anhela una transformación cultural que refleje sus valores y aspiraciones. La «Marcha de la Generación Z» es un claro ejemplo de cómo los jóvenes están tomando la iniciativa para dar forma a su futuro y exigir un Perú más justo y equitativo.
La combinación de la crisis política, la reforma de la ley de pensiones y la creciente movilización de la generación Z sugiere que Perú se encuentra en un momento crucial de su historia. Las voces de los jóvenes están resonando con fuerza, y su capacidad para organizarse y hacer frente a las injusticias podría marcar un cambio significativo en el panorama político del país.