La historia de Melissa Heinze Duhart es un testimonio conmovedor de la lucha de una familia por la vida de su hija, quien fue diagnosticada con atresia biliar a tan solo unos meses de nacida. Este padecimiento congénito afecta el hígado y puede llevar a complicaciones graves si no se trata a tiempo. La travesía de sus padres, Mariana y Patricio, es un reflejo de las dificultades que enfrentan muchas familias en México cuando el sistema de salud no puede proporcionar la atención necesaria.
### Desafíos del sistema de salud
Desde el momento en que Melissa fue diagnosticada, sus padres se dieron cuenta de que el tiempo era un factor crucial. A pesar de ser derechohabientes del IMSS, decidieron no esperar los largos plazos que el sistema público de salud impone. Mariana, la madre, explica que el tiempo de espera para un diagnóstico en el IMSS podría ser de hasta seis meses, lo que era inaceptable para la salud de su hija. Así, optaron por buscar atención privada, a pesar de que esto significaba un costo elevado.
Con un seguro de gastos médicos mayores que cubría hasta nueve millones de pesos, la familia se sintió aliviada, pero pronto se dieron cuenta de que los costos de los tratamientos y cirugías superaban lo que su póliza podía cubrir. Melissa fue sometida a múltiples intervenciones quirúrgicas desde muy pequeña, y cada operación representaba una carga financiera significativa. La primera cirugía costó cuatro millones de pesos, y las visitas mensuales a Monterrey para revisiones se convirtieron en una rutina desgastante.
La situación se complicó aún más cuando, a los 66 días de vida, Melissa tuvo que ser operada por primera vez. A partir de entonces, cada quince días ingresaba al quirófano, lo que generó un estrés emocional y financiero para la familia. A pesar de los esfuerzos por conseguir la atención médica adecuada, las dificultades del sistema de salud pública se hicieron evidentes. Las citas eran difíciles de conseguir y los especialistas escaseaban, lo que llevó a Mariana y Patricio a buscar alternativas.
### La movilización de la comunidad
Con el objetivo de reunir los fondos necesarios para el trasplante de hígado que Melissa requería, la familia se movilizó de manera extraordinaria. Mariana y Patricio comenzaron a organizar eventos, rifas y colectas en su comunidad. La situación económica de la familia se volvió precaria; tuvieron que poner su casa en renta, vender muebles y mudarse con los abuelos para reducir gastos. Patricio, ingeniero de profesión, comenzó a trabajar como conductor de Uber en sus tiempos libres, mientras que Mariana emprendió un negocio de venta de donitas para generar ingresos adicionales.
La comunidad también jugó un papel crucial en esta historia. Amigos, familiares y desconocidos se unieron a la causa, organizando eventos y donando productos para rifas. La participación de un luchador conocido, “El Elegido”, en uno de los eventos recaudatorios, atrajo aún más atención y apoyo. A través de plataformas de crowdfunding, la familia logró reunir una cantidad significativa de dinero, aunque aún estaban lejos de alcanzar el monto necesario para el trasplante.
A pesar de las dificultades, la familia nunca perdió la esperanza. Con el apoyo de una tía que se ofreció como donante, decidieron realizar el trasplante en Chihuahua, donde los costos eran significativamente más bajos que en otras ciudades. La operación fue un éxito, y aunque la familia sigue enfrentando deudas, la alegría de tener a Melissa en casa es un alivio indescriptible.
Mariana reflexiona sobre su experiencia y destaca la importancia de un sistema de salud que realmente funcione para todos. «Yo puedo hablar desde el amor y el éxito porque estoy con mi hija aquí en mi casa, pero hay muchos padres que no tuvieron el mismo final feliz y que aún están endeudados», dice con tristeza. La historia de Melissa es un recordatorio de que, aunque el amor y la determinación pueden mover montañas, el acceso a un sistema de salud adecuado es fundamental para garantizar la vida y el bienestar de los más vulnerables.
Melissa, ahora en casa, requerirá atención médica continua y monitoreo a lo largo de su vida. Su historia es parte de una serie más amplia que busca visibilizar las luchas de muchas familias que enfrentan situaciones similares en un sistema de salud que a menudo no responde a sus necesidades. La travesía de esta familia es un llamado a la acción para mejorar la atención médica en el país y garantizar que todos los niños, como Melissa, tengan acceso a la atención que merecen.