La reciente serie ‘¿Quién lo mató?’, que explora el asesinato del famoso presentador de televisión Paco Stanley, ha generado un intenso debate entre aquellos que conocieron al fallecido y los que han estado involucrados en el caso. Entre las voces más críticas se encuentra la de Jorge Gil, quien ha expresado su descontento con la forma en que se ha abordado la historia en la producción. Gil, quien fue testigo del trágico evento que ocurrió el 7 de junio de 1999, ha compartido su perspectiva sobre la serie y ha recordado los momentos difíciles que vivió tras la muerte de su amigo.
La serie, disponible en Prime Video, ha sido objeto de críticas no solo por parte de Gil, sino también de otros personajes cercanos a Stanley, como Mario Bezares y Paola Durante. Ambos han manifestado que la narrativa presentada no se apega a la realidad de los hechos, lo que ha llevado a un debate sobre la ética de dramatizar eventos tan sensibles. Gil, en particular, ha señalado que la serie ha tergiversado la realidad y ha expresado su deseo de que se respete la memoria de Stanley.
### La Perspectiva de Jorge Gil
Jorge Gil ha sido uno de los pocos que ha hablado abiertamente sobre su experiencia el día del asesinato de Paco Stanley. En una reciente aparición en el aeropuerto de la Ciudad de México, Gil recordó que él también fue víctima de disparos en el mismo incidente, lo que lo convierte en un testigo clave de los eventos. En sus declaraciones, enfatizó que la serie no refleja con precisión lo que realmente sucedió, afirmando: “Se tergiversó un poco la realidad, no estoy muy de acuerdo, no me gustó el modo en que se manejó esto”.
Gil también hizo hincapié en que, a pesar de su descontento con la serie, cada persona tiene derecho a interpretar los eventos a su manera. Sin embargo, su principal preocupación radica en el respeto hacia la memoria de Stanley y el impacto que estas representaciones pueden tener en su legado. En su libro ‘Mi verdad: el caso Stanley’, publicado en el año 2000, Gil ofreció su versión de los hechos, describiendo lo que presenció sin acusar a nadie, lo que él considera una forma de hacer justicia a la memoria de su amigo.
El libro de Gil ha tenido un recorrido interesante en el mercado, pasando de un precio inicial de 99 pesos a 4 mil, lo que refleja el interés continuo en la historia de Stanley y su trágico final. Esta evolución en el valor del libro también puede interpretarse como un indicativo de la fascinación que el caso ha generado en la cultura popular mexicana.
### La Reacción de Mario Bezares y Paola Durante
Mario Bezares, otro de los personajes que ha estado en el centro de la controversia, ha expresado su descontento con la serie, señalando que no se ha presentado la verdad de los hechos. Bezares, quien también fue un amigo cercano de Stanley, ha manifestado que la serie no solo distorsiona la realidad, sino que también puede herir a quienes aún están lidiando con el dolor de su pérdida.
Paola Durante, por su parte, ha compartido sentimientos similares, indicando que la producción no ha hecho justicia a la memoria de Stanley. Ambos han pedido que se respete el legado del presentador y que se evite la explotación de su trágica muerte para el entretenimiento. Esta situación ha llevado a un debate más amplio sobre la responsabilidad de los creadores de contenido al abordar temas tan delicados y personales.
La serie ha abierto un espacio para que se discutan no solo los eventos que rodearon la muerte de Stanley, sino también las implicaciones éticas de dramatizar historias que involucran a personas reales y sus tragedias. La reacción de Gil, Bezares y Durante pone de manifiesto la necesidad de un enfoque más sensible y respetuoso al tratar temas que aún son dolorosos para muchos.
En medio de esta controversia, es evidente que la historia de Paco Stanley sigue siendo un tema de interés y debate en la sociedad mexicana. La serie ha reavivado viejas heridas y ha llevado a muchos a reflexionar sobre la forma en que se cuentan las historias de aquellos que han dejado una huella en la cultura popular. A medida que la discusión continúa, queda por ver cómo se desarrollará la narrativa en torno a la vida y muerte de Stanley, y si se logrará encontrar un equilibrio entre el entretenimiento y el respeto por la memoria de quienes ya no están.