La historia de México-Tenochtitlán se iluminó en el Zócalo de la Ciudad de México con el videomapping titulado «Memoria luminosa», un evento que conmemoró los 700 años de la fundación de esta emblemática ciudad. A pesar de las inclemencias del tiempo, cientos de personas se dieron cita para disfrutar de una experiencia única que combinó arte, historia y tecnología. La proyección tuvo lugar el 11 de julio de 2025 y se convirtió en un homenaje a la rica herencia cultural de México.
La cita estaba programada para las 18:30, pero la lluvia comenzó a caer con fuerza, lo que generó cierta incertidumbre entre los asistentes. Sin embargo, la pasión por revivir la historia de Tenochtitlán mantuvo a la multitud en su lugar. Algunos se refugiaron bajo los árboles o en los comercios cercanos, mientras otros optaron por sacar paraguas y abrigarse con impermeables. La atmósfera estaba cargada de expectativa y emoción, y a pesar del clima, nadie parecía dispuesto a marcharse.
El espectáculo se retrasó 40 minutos, lo que permitió a los comerciantes locales aprovechar la situación para vender paraguas e impermeables a los asistentes. Familias, parejas y grupos de amigos buscaban el mejor lugar para disfrutar de la proyección, que prometía ser un viaje visual a través de la historia de México-Tenochtitlán.
Finalmente, cuando el videomapping comenzó, un murmullo de emoción recorrió el Zócalo. Las imágenes monumentales se proyectaron en la fachada de la Catedral Metropolitana y el Palacio Nacional, mientras un sonido envolvente llenaba el aire. Durante una hora, los espectadores fueron transportados a través de los siglos, desde la fundación de Tenochtitlán hasta la actualidad. Las proyecciones mostraron los canales de la ciudad, los templos, la llegada de los españoles, la resistencia indígena, y momentos clave de la historia de México, como la Independencia y la Revolución.
Los asistentes, algunos con teléfonos en mano grabando el espectáculo, otros simplemente disfrutando del momento, se sintieron conectados con su historia. La lluvia continuó cayendo, pero la atención de todos estaba centrada en la narrativa visual que se desplegaba ante ellos. La proyección culminó con la imagen de un colibrí y la frase «700 años», lo que provocó un aplauso generalizado entre el público.
A pesar de que el Zócalo no se llenó completamente, la energía y el entusiasmo de quienes asistieron fueron palpables. Padres llevaban a sus hijos sobre los hombros, turistas se maravillaban con la experiencia, y adultos mayores, abrigados en impermeables, compartían la emoción de conmemorar un evento tan significativo. Al finalizar la proyección, muchos se quedaron para apreciar las cinco esculturas mexicas que adornaban la explanada, reflexionando sobre la rica historia que representa Tenochtitlán.
La celebración de los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlán no solo fue un evento cultural, sino también un recordatorio de la importancia de la memoria histórica en la identidad nacional. La proyección «Memoria luminosa» logró captar la atención de un público diverso, uniendo a personas de diferentes edades y orígenes en un mismo propósito: recordar y honrar la herencia de una de las civilizaciones más grandes de la historia.
Este tipo de eventos no solo enriquecen la vida cultural de la Ciudad de México, sino que también fomentan un sentido de comunidad y pertenencia entre sus habitantes. La lluvia, que inicialmente parecía un obstáculo, se convirtió en un elemento que hizo aún más memorable la experiencia, simbolizando la perseverancia y el compromiso de los mexicanos con su historia.
La proyección «Memoria luminosa» es un ejemplo de cómo la tecnología puede ser utilizada para contar historias y conectar a las personas con su pasado. A medida que la ciudad avanza hacia el futuro, es fundamental que no se olvide de sus raíces y que eventos como este sigan celebrándose, recordando a todos la grandeza de México-Tenochtitlán y su legado perdurable en la cultura mexicana.