La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha manifestado su preocupación por la propuesta de un impuesto del cinco por ciento sobre las remesas enviadas por migrantes mexicanos desde Estados Unidos. Este gravamen, que se discute actualmente en el Congreso estadounidense, podría tener repercusiones no solo en la economía mexicana, sino también en la economía de Estados Unidos, según la mandataria. Durante su reciente conferencia de prensa, Sheinbaum destacó la importancia de las remesas para muchas familias en México, que dependen de estos envíos para su sustento diario.
El gobierno mexicano ha iniciado un diálogo activo con congresistas estadounidenses para tratar de detener esta propuesta, que fue impulsada inicialmente por el expresidente Donald Trump. La presidenta enfatizó que el impuesto no solo afectaría a México, sino que también tendría un impacto negativo en las comunidades estadounidenses que dependen de las remesas para su bienestar económico. «Queremos la mejor relación posible entre nuestros países, y eso incluye asegurar que las familias que reciben remesas no vean disminuidos sus ingresos debido a un impuesto injusto», afirmó Sheinbaum.
### La importancia de las remesas en la economía mexicana
Las remesas son un componente crucial de la economía mexicana. En 2024, se estima que las remesas enviadas por migrantes alcanzarán cifras récord, superando los 50 mil millones de dólares. Este flujo de dinero no solo ayuda a las familias receptoras a cubrir sus necesidades básicas, sino que también contribuye al crecimiento económico del país. Las remesas representan una fuente de ingresos estable y son vitales para la reducción de la pobreza en muchas comunidades.
La propuesta de un impuesto sobre las remesas ha generado una fuerte oposición tanto en México como entre los migrantes y sus familias en Estados Unidos. Organizaciones de connacionales han comenzado a movilizarse para hacer presión sobre los legisladores estadounidenses, argumentando que este impuesto es injusto y perjudicial. Además, se ha señalado que el impuesto podría llevar a una disminución en el volumen de remesas, lo que afectaría a millones de personas en México que dependen de estos fondos.
La secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel, también ha expresado su apoyo a la causa, destacando que el gobierno mexicano está comprometido en proteger los intereses de sus ciudadanos en el extranjero. «Estamos trabajando para garantizar que las familias que reciben remesas puedan hacerlo sin la carga de un impuesto adicional», comentó Montiel durante una presentación sobre los avances de los programas sociales en México.
### Negociaciones y estrategias del gobierno mexicano
El gobierno de Sheinbaum ha adoptado un enfoque proactivo en las negociaciones con los congresistas estadounidenses. Se han llevado a cabo reuniones entre el embajador de México en Estados Unidos y varios legisladores para discutir las implicaciones de la propuesta de impuesto. La estrategia del gobierno se centra en resaltar los beneficios económicos que las remesas aportan a ambas naciones, así como el impacto negativo que tendría la implementación de un impuesto.
Además, se ha hecho un llamado a la comunidad mexicana en Estados Unidos para que se una a la lucha contra esta propuesta. Las organizaciones comunitarias están organizando campañas para informar a los migrantes sobre la situación y motivarlos a contactar a sus representantes en el Congreso. La idea es crear un frente unido que pueda influir en la decisión de los legisladores y evitar que el impuesto se convierta en ley.
La presidenta Sheinbaum ha reiterado que el gobierno mexicano está comprometido a proteger los derechos de los migrantes y sus familias. «No solo estamos defendiendo a nuestros ciudadanos en el extranjero, sino también a las familias que dependen de ellos aquí en México. Este impuesto es una carga que no podemos permitir que se imponga», concluyó.
La situación sigue evolucionando, y se espera que las negociaciones continúen en los próximos meses. La presión de las comunidades migrantes y el diálogo constante entre los gobiernos de México y Estados Unidos serán cruciales para determinar el futuro de las remesas y la relación bilateral entre ambos países.
