La organización ambientalista Greenpeace México ha llevado a cabo una impactante acción en Acapulco, Guerrero, al desplegar un mega-ticket que revela el costo de la crisis climática en el país. Este ticket, que muestra una cifra alarmante de 177 mil 423 millones 355 mil 160 pesos con 82 centavos, representa los daños ocasionados por fenómenos meteorológicos extremos en la última década. La acción se realizó en un edificio que fue severamente dañado por el huracán Otis, un recordatorio de que las consecuencias del cambio climático son palpables y afectan a las comunidades más vulnerables.
La campañista de Greenpeace, Viridiana Lázaro, enfatizó que esta acción busca visibilizar cómo la crisis climática está impactando a la población, mientras el gobierno continúa destinando recursos a megaproyectos fósiles que agravan la situación. «Es una enorme contradicción que las asignaciones presupuestales sean mayoritariamente para el impulso de los combustibles fósiles que alimentan el cambio climático», comentó Lázaro, quien también formará parte de la delegación de Greenpeace que asistirá a la próxima Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 30) en Brasil.
A pesar de que algunas áreas de Acapulco han sido reconstruidas tras el huracán, muchas comunidades siguen sin recibir la atención necesaria. Greenpeace ha señalado que esta situación no es exclusiva de Guerrero, sino que se repite en diversas regiones del país, donde las lluvias extraordinarias han devastado comunidades enteras. La organización ha instado al gobierno a redirigir el presupuesto hacia la adaptación y restauración de ecosistemas, en lugar de seguir invirtiendo en proyectos que exacerban la crisis climática.
### La Necesidad de Políticas Públicas Efectivas
Con la COP 30 a la vista, Greenpeace ha subrayado la urgencia de que México presente su Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) 3.0, que debe incluir compromisos ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y abordar los impactos climáticos. La organización ha hecho un llamado a elevar la ambición en las políticas climáticas, destacando la importancia de fortalecer la política de adaptación al cambio climático. Un ejemplo positivo es la comunidad de El Bosque, en Tabasco, que ha sido reconocida como la primera comunidad desplazada climáticamente en México, y que ha propuesto políticas para atender el desplazamiento por causas climáticas.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) es la entidad encargada de implementar estas políticas, pero Greenpeace ha señalado que, a pesar de los compromisos, los recursos financieros siguen siendo dirigidos a megaproyectos de combustibles fósiles. Esta situación es preocupante, ya que Petróleos Mexicanos (Pemex) es una de las principales emisoras de gases de efecto invernadero en el país y busca incrementar su producción a través de métodos como el fracking, que tienen un impacto negativo tanto en el medio ambiente como en la salud de las personas.
La organización ha advertido que, a pesar de la creciente frecuencia de eventos climáticos extremos en México, el presupuesto destinado a la adaptación sigue siendo insuficiente. Esto pone en riesgo a las comunidades más vulnerables, especialmente aquellas ubicadas en zonas propensas a desastres naturales. La inequidad social en el país también contribuye a la falta de resiliencia climática, lo que hace aún más urgente la necesidad de una transición hacia energías renovables y políticas públicas que prioricen el bienestar de las comunidades.
### La Urgencia de una Transición Energética Justa
Greenpeace ha enfatizado que, aunque la industria energética basada en combustibles fósiles es altamente contaminante, los recursos financieros continúan fluyendo hacia este sector sin considerar los beneficios de una transición energética justa. La organización ha instado al gobierno a implementar políticas que faciliten esta transición, no solo como un compromiso ante la comunidad internacional, sino como una medida esencial para proteger la vida de las comunidades más vulnerables.
A medida que se acerca la COP 30, es crucial que México tome decisiones que reflejen la urgencia de la crisis climática. La NDC 3.0 debe ser un documento que no solo cumpla con las obligaciones internacionales, sino que también sirva como un plan de acción concreto para mitigar los efectos del cambio climático y proteger a las comunidades que están en la primera línea de esta crisis. La voz de Greenpeace en Acapulco es un llamado a la acción, un recordatorio de que la crisis climática no es un problema del futuro, sino una realidad que ya está afectando a millones de personas en México y en el mundo.
