El ex presidente de Bolivia, Evo Morales, se ha visto excluido de las elecciones generales programadas para el 17 de agosto debido a la inhabilitación del partido que intentó utilizar para su candidatura. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) del país sudamericano anunció que Morales no podrá participar en el proceso electoral, ya que su intento de postularse a través del Partido de Acción Nacional Boliviano (Pan-Bol) fue frustrado por la reciente pérdida de la personalidad jurídica de esta organización política.
### La situación del Partido de Acción Nacional Boliviano
El Partido de Acción Nacional Boliviano (Pan-Bol) había sido la plataforma elegida por Morales para intentar registrar su candidatura presidencial. Sin embargo, el TSE confirmó que esta organización no estaba habilitada para participar en las elecciones, ya que había perdido su personalidad jurídica hace apenas dos semanas. Esta situación ha generado un gran revuelo en el ámbito político boliviano, especialmente entre los seguidores de Morales, quienes han expresado su descontento y han amenazado con movilizaciones si su líder no es incluido en la boleta electoral.
El secretario de Cámara del TSE, Fernando Arteaga, explicó que el periodo de inscripción de candidatos, que comenzó el 14 de mayo y finalizó el 19 de mayo a las 23:59 horas, solo permitió el registro de aquellos partidos y alianzas que contaban con la personalidad jurídica vigente. Morales, quien gobernó Bolivia desde 2006 hasta 2019, ha intentado crear un nuevo partido llamado Evo Pueblo, pero este también carece de la personalidad jurídica necesaria para participar en las elecciones.
A pesar de la negativa del TSE, Morales ha insistido en que su partido cumplió con todos los requisitos y plazos establecidos para la inscripción de su candidatura. En un mensaje a través de las redes sociales, el ex mandatario afirmó que su partido estaba listo para registrar a su binomio mediante el sistema digital del TSE, desafiando las afirmaciones de las autoridades electorales.
### Fragmentación del oficialismo y la lucha por la candidatura
La situación política en Bolivia se ha vuelto cada vez más compleja, con el oficialismo dividido en tres facciones distintas. Una de estas facciones se alinea con el actual gobierno, mientras que otra se mantiene leal a Evo Morales. La tercera facción apoya la candidatura de Andrónico Rodríguez, presidente del Senado y considerado en su momento como el “heredero” político de Morales. Esta fragmentación ha llevado a tensiones internas dentro del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido que ha dominado la política boliviana en los últimos años.
Morales ha sido un personaje polarizador en la política boliviana, y su insistencia en postularse a la presidencia ha generado un debate sobre la legalidad de su candidatura. El Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia ha reiterado que la reelección presidencial solo es permitida una vez de forma continua, lo que complicaría aún más la posibilidad de que Morales regrese al poder. A pesar de esto, sus seguidores continúan presionando para que su candidatura sea aceptada, lo que podría desatar una ola de protestas en el país.
El actual presidente de Bolivia, Luis Arce, ha tomado una postura diferente al decidir no buscar la reelección. En su lugar, ha presentado a Eduardo del Castillo como su candidato a la presidencia. Del Castillo, quien hasta hace poco se desempeñaba como ministro de Gobierno, ha sido respaldado por una caravana de miles de militantes del MAS, lo que demuestra la fuerza del partido en el actual panorama político.
La situación en Bolivia es un reflejo de la complejidad de la política en América Latina, donde las luchas por el poder y las divisiones internas pueden tener consecuencias significativas para la estabilidad del país. La inhabilitación de Evo Morales y su partido ha dejado a muchos de sus seguidores descontentos, lo que podría resultar en un clima de tensión en los meses previos a las elecciones.
Con la fecha de las elecciones acercándose, el futuro político de Bolivia sigue siendo incierto. La fragmentación del oficialismo y la exclusión de Morales del proceso electoral podrían tener un impacto duradero en la política del país, y muchos observadores estarán atentos a cómo se desarrollan los acontecimientos en las próximas semanas.