La comunidad estudiantil de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha alzado la voz en un llamado urgente a las autoridades para que se implementen medidas de seguridad efectivas en sus planteles. Este clamor surge en un contexto de creciente inseguridad, donde asaltos e intentos de secuestro han marcado la experiencia diaria de los estudiantes. En una reciente marcha pacífica hacia la Rectoría, tanto alumnos como padres de familia expresaron su preocupación por la falta de protección y seguridad en los espacios académicos.
La marcha, que tuvo lugar el 24 de septiembre de 2025, fue una respuesta a una serie de incidentes violentos que han afectado a la comunidad universitaria. Estudiantes de diversas facultades compartieron sus experiencias de acoso y violencia, lo que ha llevado a un ambiente de miedo y desconfianza. Renata, una estudiante de tercer semestre en la Facultad de Arquitectura, relató que ha sido víctima de acoso sexual en las inmediaciones de su facultad, lo que ha afectado su decisión de asistir a clases. «No me siento segura y eso es algo que no debería estar pasando en nuestra universidad», comentó.
La situación se agrava con testimonios de otros estudiantes que han enfrentado situaciones similares. Laura, estudiante de noveno semestre en la Facultad de Economía, recordó un intento de secuestro mientras caminaba hacia Perisur. «Es alarmante que tengamos que vivir con este tipo de miedo. Las medidas de seguridad actuales no son suficientes», afirmó. La percepción generalizada es que, aunque existen protocolos de seguridad, estos no son efectivos y se activan solo después de que ocurre un incidente grave.
### La Realidad de la Inseguridad en los Planteles
La inseguridad no solo se limita a los incidentes dentro de los planteles, sino que también se extiende a las áreas circundantes. Ximena, estudiante de primer semestre en el CCH Azcapotzalco, expresó su frustración al señalar que la seguridad en su plantel es prácticamente inexistente. «Hay rateros del otro lado del puente y hemos tenido que correr en varias ocasiones porque nos han seguido», comentó. Esta situación ha llevado a un sentimiento de vulnerabilidad entre los estudiantes, quienes sienten que sus vidas están en riesgo cada vez que salen de sus aulas.
Los testimonios de los estudiantes revelan una falta de confianza en las autoridades universitarias y en la policía. Muchos consideran que las patrullas que rondan los planteles son insuficientes, ya que su presencia se limita a horarios en los que los estudiantes no están en el campus. «Las patrullas se van a las seis o siete de la tarde, pero nosotros salimos a las nueve», lamentó Ximena. Esta falta de vigilancia efectiva ha llevado a un aumento en la percepción de inseguridad, lo que afecta la calidad de vida de los estudiantes.
Además, la comunidad estudiantil ha denunciado que las medidas de seguridad implementadas, como cámaras y botones de pánico, no son suficientes para prevenir la violencia. Ana, estudiante de posgrado en Psicología, calificó la seguridad actual como «estándar», sugiriendo que la universidad debería hacer más para garantizar la protección de sus estudiantes. «No se trata solo de cumplir con un requisito, sino de crear un ambiente seguro donde podamos aprender sin miedo», enfatizó.
### Respuesta de las Autoridades Universitarias
Ante el creciente clamor por una mejor seguridad, el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, ha anunciado que se revisarán los protocolos de seguridad existentes. En un comunicado, el rector afirmó que es necesario redoblar esfuerzos para garantizar que los planteles sean espacios seguros y libres de violencia. «Estoy convencido de que es posible, desde la autonomía, con la participación de toda la comunidad universitaria, en coordinación con los distintos ámbitos de gobierno», declaró.
Sin embargo, muchos estudiantes se muestran escépticos ante estas promesas. La falta de acción concreta en el pasado ha llevado a una desconfianza generalizada en la capacidad de las autoridades para abordar el problema de la inseguridad. La comunidad universitaria exige no solo palabras, sino acciones efectivas que garanticen su seguridad y bienestar.
La situación actual en la UNAM refleja un problema más amplio que afecta a muchas instituciones educativas en el país. La violencia y la inseguridad han crecido en México, y las universidades no son inmunes a estos problemas. La comunidad estudiantil está pidiendo a gritos que se tomen medidas urgentes y efectivas para proteger su integridad y garantizar un ambiente de aprendizaje seguro.
En este contexto, es fundamental que las autoridades escuchen las demandas de los estudiantes y actúen de manera proactiva para abordar la inseguridad. La implementación de medidas de seguridad adecuadas, la mejora de la comunicación entre estudiantes y autoridades, y la creación de un ambiente de confianza son pasos esenciales para restaurar la seguridad en los planteles de la UNAM. La comunidad universitaria merece un espacio donde pueda estudiar y desarrollarse sin temor a la violencia.