La migración ha sido un tema central en la agenda política de México, especialmente con la llegada de nuevas administraciones en Estados Unidos. Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación, ha manifestado que el gobierno mexicano está preparado para enfrentar los posibles escenarios que se presenten tras la asunción de Donald Trump como presidente de EE.UU. el próximo 20 de enero. En el marco del ‘Foro de consulta de una migración ordenada, segura y regular’, Rodríguez enfatizó la importancia del diálogo y la cooperación entre ambos países para abordar el fenómeno migratorio de manera efectiva.
La secretaria destacó que la administración de Claudia Sheinbaum está comprometida a evitar acciones extremas, como amenazas o aranceles, que solo agravarían la situación. En lugar de eso, se busca establecer un marco de colaboración que beneficie a ambas naciones. «No es con amenazas ni con aranceles como se va a atender el fenómeno migratorio ni el consumo de drogas en Estados Unidos; se requiere de cooperación y entendimiento recíproco», afirmó Rodríguez.
La migración es un fenómeno complejo que involucra múltiples dimensiones: origen, tránsito, destino y retorno. México, como país de tránsito y destino, ha visto un aumento significativo en la diáspora migratoria. Actualmente, alrededor de 38.8 millones de personas de origen mexicano residen en EE.UU., de los cuales 10.9 millones son nacidos en México y 5.1 millones se encuentran en situación irregular. Esta realidad subraya la necesidad de una política migratoria integral que contemple las diversas facetas del fenómeno.
En los últimos seis años, se han registrado más de 208 millones de eventos de ingreso regular de nacionales y extranjeros a través de los puntos de tránsito internacional. De estos, 1.3 millones corresponden a mexicanos que han retornado desde EE.UU. Además, se han documentado más de 2.7 millones de eventos de personas en situación migratoria irregular, lo que representa un 1.8% del total de visitantes regulares. Esta información es crucial para entender la magnitud del desafío que enfrenta México en términos de migración.
La frontera entre México y EE.UU. se extiende por más de 3,400 kilómetros, lo que define no solo la geografía, sino también las dinámicas migratorias entre ambos países. Rodríguez enfatizó que la cooperación es esencial para enfrentar los retos que surgen de esta relación. De hecho, gracias a las políticas implementadas, se ha logrado reducir en un 76% los cruces irregulares en la frontera norte, lo que indica que la política migratoria humanista adoptada por México está dando resultados.
Por otro lado, Clara Brugada, jefa de gobierno de la Ciudad de México, también ha abordado el tema migratorio desde una perspectiva local. Anunció que su administración se ha propuesto como objetivo que, para marzo, ningún migrante deba vivir en las calles de la capital. Para lograrlo, se establecerán albergues dignos y se garantizarán derechos fundamentales como la inclusión laboral, la salud y la educación para los migrantes.
Brugada subrayó la importancia de tratar la migración como un puente que une a las personas, en lugar de un muro que las separa. Esta visión es fundamental para construir una sociedad más inclusiva y solidaria, donde los migrantes puedan contribuir al desarrollo de la ciudad y del país. La jefa de gobierno expresó su apoyo al gobierno federal en la gestión de la posible crisis migratoria que podría surgir con la llegada de Trump a la Casa Blanca.
La estrategia de la Ciudad de México se alinea con los esfuerzos del gobierno federal para abordar la migración de manera integral y humanitaria. La creación de albergues dignos y la promoción de derechos para los migrantes son pasos importantes hacia la construcción de una política migratoria más efectiva y humana. La colaboración entre los distintos niveles de gobierno es esencial para enfrentar los desafíos que plantea la migración, especialmente en un contexto donde las políticas de EE.UU. pueden cambiar drásticamente.
En resumen, la migración es un fenómeno que requiere un enfoque multidimensional y colaborativo. La disposición del gobierno mexicano para dialogar y trabajar en conjunto con la administración estadounidense es un paso positivo hacia la construcción de soluciones sostenibles. La implementación de políticas que prioricen el bienestar de los migrantes y la reducción de la migración irregular son fundamentales para enfrentar los retos que se avecinan. La situación actual exige un compromiso firme y una visión clara que permita a México navegar por las complejidades de la migración en un mundo cada vez más interconectado.