El asesinato de los DJs colombianos, Jorge Luis Herrera Lemus, conocido como «DJ Regio Clown», y su compañero, ha sacudido a la comunidad musical y ha puesto de manifiesto la compleja relación entre el crimen organizado y la industria del entretenimiento en México. La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) ha revelado detalles escalofriantes sobre cómo estos músicos se convirtieron en víctimas de un conflicto que involucra narcóticos y deudas con grupos criminales.
### La conexión criminal detrás del crimen
La investigación de la FGJEM ha identificado a un individuo apodado «El Pantera» como el autor intelectual del asesinato. Según las indagatorias, «El Pantera» es un miembro activo de la Unión Tepito, un grupo criminal que opera en la Ciudad de México. La razón detrás del homicidio de los DJs se relaciona con la revelación de la identidad de «El Pantera» y la venta de drogas en eventos musicales sin su autorización.
La fiscalía ha expuesto que, para llevar a cabo el crimen, «El Pantera» ofreció una suma de 200 mil pesos a sus cómplices, incluyendo a un sujeto conocido como «El Comandante», quien se encargó de coordinar la ejecución del plan. Este último, según las autoridades, manipuló la confianza de las víctimas, haciéndoles creer que estaban estableciendo un negocio legítimo, cuando en realidad estaban siendo conducidos hacia su muerte.
Un testigo ha declarado que «El Pantera» amenazó a sus cómplices, advirtiéndoles que cualquier persona que hablara sería asesinada. Esta atmósfera de miedo y control es común en las operaciones de grupos criminales, donde la lealtad se mantiene a través de la intimidación. La fiscalía ha concluido que el homicidio de los DJs está intrínsecamente ligado a la comercialización de narcóticos y a las deudas de uno de ellos con el grupo criminal.
### La ejecución del plan
Los eventos que llevaron al asesinato de los DJs comenzaron el 11 de septiembre, cuando «El Comandante» fue designado como asistente de las víctimas. Este individuo, bajo las órdenes de «El Pantera», se encargó de recoger a los DJs en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y llevarlos a un evento en la Ciudad de México. Durante este tiempo, logró ganarse la confianza de «DJ Regio Clown», lo que facilitó su manipulación.
El 14 de septiembre, ambos DJs fueron transportados a un evento «Sin Censura» en una camioneta que pertenecía a la pareja de «El Comandante». A pesar de que los DJs estaban emocionados por la oportunidad de actuar, la realidad era que estaban siendo llevados a un destino mortal.
El 16 de septiembre, «El Comandante» recibió instrucciones de trasladar a los DJs a un lugar específico en la alcaldía Iztapalapa, donde se llevaría a cabo el crimen. La fiscalía ha indicado que este traslado fue orquestado bajo el engaño de que se trataba de una reunión de negocios, cuando en realidad era una trampa mortal.
Una vez en el lugar, los DJs fueron asesinados y sus cuerpos fueron trasladados al Estado de México, donde fueron finalmente encontrados. Este macabro desenlace no solo resalta la brutalidad del crimen organizado en México, sino también la vulnerabilidad de aquellos que buscan ganarse la vida en la industria del entretenimiento.
La captura de «El Comandante» y la identificación de «El Pantera» como el autor intelectual del crimen son pasos importantes en la lucha contra la impunidad en el país. Sin embargo, el caso también pone de relieve la necesidad de una mayor protección para los artistas y profesionales del entretenimiento, quienes a menudo se encuentran en situaciones de riesgo debido a la influencia del crimen organizado en sus actividades.
La FGJEM continúa investigando el caso y ha instado a otros posibles testigos a que se presenten y colaboren con la justicia. La comunidad musical, por su parte, ha expresado su indignación y tristeza por la pérdida de estos talentos, y ha comenzado a exigir medidas más estrictas para proteger a los artistas de la violencia y la explotación.
El asesinato de «DJ Regio Clown» y su compañero es un recordatorio sombrío de los peligros que enfrentan muchos en la industria del entretenimiento en México. A medida que las autoridades trabajan para desmantelar las redes criminales que operan en el país, la esperanza es que se logre un cambio significativo que permita a los artistas vivir y trabajar en un entorno más seguro y protegido.
