La violencia de género en México ha alcanzado niveles alarmantes, con un promedio de seis mujeres asesinadas diariamente en el país. En los primeros cuatro meses de 2025, se registraron un total de 737 víctimas, según el último informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Este fenómeno no solo refleja una crisis de seguridad, sino también una profunda problemática social que afecta a miles de familias y comunidades en todo el territorio nacional.
**Guanajuato: el estado más afectado**
Guanajuato se ha convertido en el epicentro de esta tragedia, liderando la lista con 159 mujeres asesinadas entre enero y abril de este año. Esta cifra representa una tasa de 4.7 mujeres asesinadas por cada 100,000 habitantes, lo que coloca a este estado en una situación crítica en términos de seguridad. La violencia en Guanajuato ha sido atribuida a la lucha entre cárteles de la droga, pero la realidad es que las mujeres se han convertido en víctimas colaterales de esta guerra.
Las cifras de otros estados también son preocupantes. Baja California ocupa el segundo lugar con 70 asesinatos, seguido del Estado de México con 57. Michoacán y Jalisco también presentan cifras alarmantes, con 48 y 43 asesinatos, respectivamente. Estos datos evidencian que la violencia contra las mujeres no es un problema aislado de una región, sino que se extiende a lo largo de todo el país, afectando a diversas comunidades y estratos sociales.
**El perfil de las víctimas**
La mayoría de las mujeres asesinadas en este periodo tenían más de 18 años, lo que sugiere que el problema no se limita a un grupo etario específico, sino que afecta a mujeres adultas en su mayoría. Además, el informe destaca que, aunque los homicidios dolosos han disminuido en comparación con meses anteriores, los homicidios culposos han aumentado, lo que indica una complejidad en la naturaleza de la violencia que enfrentan las mujeres en México.
En abril de 2025, se registraron 6,977 mujeres víctimas de lesiones dolosas, la segunda cifra más alta desde que se comenzó a contabilizar este delito en 2015. Esto pone de manifiesto que la violencia no solo se manifiesta en asesinatos, sino también en agresiones físicas que dejan secuelas profundas en las víctimas y sus familias. La violencia de género se ha convertido en un problema sistémico que requiere atención inmediata y soluciones efectivas por parte de las autoridades.
**La respuesta del gobierno y la sociedad**
A pesar de la gravedad de la situación, las respuestas del gobierno han sido insuficientes. Las políticas públicas implementadas hasta ahora no han logrado frenar el aumento de la violencia contra las mujeres. La falta de recursos, la impunidad y la corrupción son factores que obstaculizan la justicia y la protección de las víctimas. Las organizaciones de la sociedad civil han alzado la voz, exigiendo medidas más efectivas y un enfoque integral que aborde las causas de la violencia de género.
La sensibilización y educación en torno a la violencia de género son fundamentales para cambiar la narrativa y prevenir futuros casos. Es crucial que tanto hombres como mujeres participen en la construcción de una sociedad más equitativa y respetuosa. La promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres son pasos necesarios para erradicar la violencia y garantizar un entorno seguro para todas.
**El papel de la comunidad**
La comunidad también juega un papel vital en la lucha contra la violencia de género. La denuncia de actos de violencia y el apoyo a las víctimas son acciones que pueden marcar la diferencia. La creación de redes de apoyo y la promoción de espacios seguros son esenciales para que las mujeres se sientan respaldadas y protegidas. La colaboración entre la sociedad civil, el gobierno y las instituciones es fundamental para implementar estrategias efectivas que aborden esta problemática.
La violencia contra las mujeres en México es un fenómeno complejo que requiere un enfoque multidimensional. Las cifras son alarmantes y reflejan una crisis que no puede ser ignorada. Es responsabilidad de todos trabajar juntos para crear un entorno más seguro y justo para las mujeres, donde puedan vivir sin miedo y con dignidad. La lucha contra la violencia de género es un compromiso que debe ser asumido por toda la sociedad, y es urgente actuar para cambiar esta realidad.