En el estado de Luisiana, Estados Unidos, se ha registrado un aumento preocupante en las infecciones causadas por la bacteria conocida como ‘come carne’, que ha dejado un saldo trágico de seis muertes y 34 personas infectadas en lo que va del año. Este incremento es notable, ya que las cifras superan con creces el promedio anual de los últimos diez años, que se situaba en aproximadamente siete infecciones y una muerte. Las autoridades de salud han emitido alertas y recomendaciones para que los residentes tomen precauciones ante esta creciente amenaza.
La bacteria Vibrio vulnificus, responsable de estas infecciones, se encuentra comúnmente en aguas costeras salobres y puede ser transmitida a través del consumo de mariscos crudos o poco cocinados, especialmente ostras. Además, el contacto con heridas abiertas en el agua también puede ser un medio de contagio. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), aunque la mayoría de las infecciones provocan síntomas como diarrea y vómitos, en algunos casos pueden derivar en complicaciones graves, incluyendo septicemia y necrosis tisular, lo que podría requerir amputaciones. De hecho, se estima que una de cada cinco personas infectadas por esta bacteria fallece.
Las autoridades han confirmado que las ostras vinculadas a los recientes decesos fueron recolectadas en Luisiana y servidas en restaurantes locales en Florida. Sin embargo, es importante destacar que no es posible identificar a simple vista si estos mariscos están contaminados con la bacteria ‘come carne’ u otros patógenos peligrosos. Este hecho subraya la necesidad de una mayor vigilancia y precaución por parte de los consumidores y los establecimientos que sirven mariscos.
La situación ha llevado al Departamento de Salud de Luisiana a emitir un comunicado instando a los residentes a tomar medidas preventivas. Estas recomendaciones incluyen evitar el consumo de mariscos crudos, especialmente en los meses más cálidos, cuando la bacteria tiende a proliferar en mayor medida. También se aconseja a las personas con heridas abiertas que eviten nadar en aguas costeras, ya que esto aumenta el riesgo de infección.
La bacteria ‘come carne’ no es un problema nuevo, pero el aumento en el número de casos en 2025 ha llamado la atención de las autoridades de salud. Desde 2015, el promedio anual de muertes y contagios ha sido relativamente bajo, lo que hace que el actual brote sea aún más alarmante. Este aumento puede estar relacionado con varios factores, incluyendo cambios en las temperaturas del agua y la calidad del medio ambiente, que pueden favorecer la proliferación de la bacteria.
Es fundamental que la población esté informada sobre los riesgos asociados con el consumo de mariscos y las actividades acuáticas. La educación sobre la seguridad alimentaria y la salud pública es clave para prevenir futuros brotes. Las campañas de concienciación pueden ayudar a reducir el número de infecciones y muertes asociadas con esta bacteria, así como a fomentar prácticas más seguras en la preparación y consumo de mariscos.
Además, es importante que los restaurantes y proveedores de mariscos implementen medidas de control de calidad más estrictas para garantizar que los productos que ofrecen sean seguros para el consumo. Esto incluye la verificación de la procedencia de los mariscos y la cocción adecuada para eliminar cualquier patógeno potencialmente peligroso.
La comunidad médica también juega un papel crucial en la identificación y tratamiento de las infecciones por Vibrio vulnificus. Los profesionales de la salud deben estar alerta a los síntomas de esta infección y actuar rápidamente para proporcionar el tratamiento adecuado a los pacientes afectados. La detección temprana puede marcar la diferencia entre la recuperación y complicaciones graves o incluso la muerte.
En resumen, el aumento de infecciones por la bacteria ‘come carne’ en Luisiana es un llamado de atención para todos. La combinación de educación, precaución y medidas de control puede ayudar a mitigar este problema de salud pública. La colaboración entre las autoridades de salud, la comunidad y los proveedores de alimentos es esencial para enfrentar este desafío y proteger la salud de la población.
