En mayo de 2024, el Indicador Mensual de la Formación Bruta de Capital Fijo (IMFBCF), también conocido como Inversión Fija Bruta (IFB), mostró un crecimiento del 0.9%, marcando la tasa más alta desde julio de 2024. Este incremento se produce tras una caída del 1.6% en abril, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). La directora de Análisis Económico Financiero de un grupo financiero, Gabriela Siller Pagaza, atribuye este aumento a un rebote tras la caída del mes anterior.
El crecimiento en mayo se vio impulsado principalmente por el sector de la construcción, que experimentó un aumento del 1.4%. Dentro de este sector, la construcción residencial destacó con un notable avance del 7.8% mensual. Sin embargo, el segmento no residencial enfrentó una contracción del 4.4%, lo que sugiere una posible debilidad en el gasto público. Este comportamiento mixto en la inversión fija resalta la complejidad del panorama económico actual.
### Comportamiento de la Inversión en Maquinaria y Equipo
En cuanto a la inversión en maquinaria y equipo, los datos revelan un crecimiento nulo en mayo, después de una contracción del 2.2% en abril. Este estancamiento en la inversión en maquinaria es preocupante, ya que puede tener repercusiones en la capacidad productiva del país a corto plazo. La inversión en este rubro ha estado en terreno negativo durante seis meses consecutivos, lo que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del crecimiento económico.
A pesar de los resultados mixtos, la inversión fija bruta en términos anuales se contrajo un 6.7%, marcando el noveno retroceso consecutivo en este indicador. Sin embargo, es importante señalar que esta caída anual muestra una desaceleración en el ritmo de contracción, ya que en abril se registró una disminución del 7.6%. Este leve alivio en la tasa de contracción podría interpretarse como un signo de estabilización en un entorno económico desafiante.
La directora de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil de otro grupo financiero, Janneth Quiroz Zamora, señala que, a pesar de los resultados de mayo, la IFB continúa mostrando una marcada debilidad en su acumulado de enero a mayo. Este contexto sugiere que, aunque se han observado algunos signos de recuperación en ciertos sectores, la inversión fija bruta en su conjunto sigue enfrentando desafíos significativos.
### Implicaciones para el Futuro Económico
El comportamiento de la inversión fija bruta es un indicador crucial para entender la salud económica de un país. La inversión en construcción, especialmente en el sector residencial, puede ser un motor de crecimiento, ya que genera empleo y estimula la demanda de materiales y servicios. Sin embargo, la contracción en el sector no residencial y la estancamiento en la inversión en maquinaria y equipo plantean preocupaciones sobre la capacidad del país para mantener un crecimiento sostenido.
Los analistas económicos advierten que la debilidad en el gasto público podría estar afectando la inversión en infraestructura y otros proyectos no residenciales. Esto es especialmente relevante en un momento en que se requiere una inversión significativa para impulsar el desarrollo económico y social del país. La falta de inversión en maquinaria y equipo también puede limitar la modernización de la industria y la competitividad a largo plazo.
En este contexto, es fundamental que las políticas económicas se enfoquen en fomentar la inversión tanto en el sector residencial como en el no residencial. Esto podría incluir incentivos fiscales, financiamiento accesible y un entorno regulatorio que favorezca la inversión. Además, es crucial que se aborden las preocupaciones sobre el gasto público para garantizar que se destinen recursos adecuados a proyectos que generen un impacto positivo en la economía.
El panorama económico de México es complejo y multifacético. Si bien el crecimiento en la inversión fija bruta en mayo es un signo alentador, los desafíos persistentes en otros sectores subrayan la necesidad de un enfoque integral para estimular la inversión y el crecimiento económico. La capacidad del país para adaptarse y responder a estos desafíos será determinante para su futuro económico.