La capital de Estados Unidos se prepara para un evento significativo que coincide con el cumpleaños número 79 de Donald Trump. Este año, el desfile militar que conmemora los 250 años del ejército estadounidense se llevará a cabo en Washington, generando tanto expectación como controversia. La celebración, que busca resaltar el poderío militar del país, también se convierte en un escenario para la protesta y el descontento social, reflejando las divisiones políticas que caracterizan a la nación en la actualidad.
**Un Desfile de Poder y Controversia**
Desde que Trump asistió al Desfile del Día de la Bastilla en Francia en 2017, quedó impresionado por la magnitud del evento y expresó su deseo de replicar algo similar en Estados Unidos. “Fue uno de los desfiles más grandiosos que he visto. Vamos a tener que intentar superarlo”, comentó en su momento. Sin embargo, a medida que se acerca la fecha, las críticas han aumentado, especialmente en relación con el costo del desfile, que se estima entre 25 y 45 millones de dólares. Según encuestas recientes, seis de cada diez estadounidenses consideran que este gasto no es un uso adecuado de los fondos públicos.
El desfile no solo es una celebración del ejército, sino que también se ha convertido en un símbolo de la polarización política en el país. Mientras Trump se prepara para exhibir el poder militar de Estados Unidos, un grupo diverso de ciudadanos se moviliza para expresar su rechazo a su administración y a su agenda migratoria. Bajo la consigna de un «Día Nacional de Desafío Sin Reyes», se prevé que más de dos mil ciudades participen en protestas contra las políticas de Trump, especialmente en relación con las redadas migratorias y la militarización de la sociedad.
Ezra Levin, uno de los organizadores de las protestas, ha señalado que el descontento ha crecido en respuesta a las recientes acciones del gobierno. “La gente ve esta extralimitación de Trump y dice: ‘No me gusta, ¿qué puedo hacer?’”, afirmó. La convocatoria al «Día sin Reyes» busca movilizar a aquellos que se oponen a la exhibición de fuerza militar y a las políticas que consideran opresivas.
**Detalles del Desfile y Seguridad**
El desfile militar está diseñado para ser un espectáculo impresionante, con la participación de aproximadamente 6,700 soldados uniformados que representarán diferentes épocas de la historia del ejército estadounidense. Se espera que el evento incluya 26 tanques Abrams, vehículos de combate Bradley, y aeronaves históricas como los P-51 Mustang. Además, se llevará a cabo un salto en paracaídas por parte de los Caballeros Dorados del ejército, seguido de un espectáculo de fuegos artificiales.
Sin embargo, la magnitud del evento también plantea preocupaciones logísticas. Las autoridades han advertido que el peso de los tanques podría dañar las calles de Washington, y se han implementado medidas para mitigar este riesgo, como la colocación de placas de acero y orugas de goma en los vehículos. Además, el desfile ha sido clasificado como un Evento Nacional Especial de Seguridad, lo que implica estrictas medidas de seguridad y la necesidad de acreditación para los asistentes.
La popularidad del ejército estadounidense ha fluctuado en los últimos años. Fundado en 1775, el ejército ha sido una de las instituciones más respetadas en el país, pero su imagen ha sufrido un golpe tras la retirada de Afganistán en 2021. Aunque el ejército es visto favorablemente por un porcentaje significativo de la población, la aceptación varía entre diferentes grupos étnicos. Por ejemplo, el 64% de los blancos y el 60% de los asiáticos tienen una visión positiva de la institución, mientras que solo el 53% de los hispanos comparten esa opinión. Esta disparidad ha complicado los esfuerzos de reclutamiento en un momento en que el ejército busca atraer nuevos soldados.
A medida que se acerca el día del desfile, la tensión entre la celebración del poder militar y las protestas en contra de la administración Trump se intensifica. La combinación de un evento tan significativo con un clima de descontento social refleja las profundas divisiones que caracterizan a la sociedad estadounidense en la actualidad. La forma en que se desarrollen tanto el desfile como las protestas podría tener un impacto duradero en el panorama político y social del país, marcando un momento crucial en la historia reciente de Estados Unidos.