Las intensas lluvias que azotaron la Ciudad de México durante la noche del 2 de junio y la madrugada del 3 de junio de 2025 han dejado un rastro de afectaciones significativas en diversas alcaldías. Con precipitaciones que variaron de moderadas a fuertes, la capital se vio envuelta en un caos que incluyó inundaciones, caída de árboles, derrumbes y deslizamientos de tierra. Este fenómeno meteorológico ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de la infraestructura urbana ante eventos climáticos extremos, y ha generado una serie de desafíos para las autoridades locales y los ciudadanos.
**Inundaciones y Rescates en la Capital**
Uno de los puntos más críticos fue el Viaducto Río de la Piedad en Iztacalco, donde las aguas alcanzaron una profundidad de 1.80 metros, dejando a 11 vehículos varados. Este incidente requirió la intervención de personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y de civiles, quienes lograron rescatar a al menos 15 personas atrapadas en sus autos. Iztapalapa, otra de las alcaldías más afectadas, reportó encharcamientos severos, destacando la unidad habitacional “La Colmena”, donde el agua inundó viviendas hasta alcanzar 1.20 metros de altura.
Las inundaciones no solo afectaron a los vehículos, sino que también causaron estragos en la vida cotidiana de los residentes. En la Calzada Zaragoza, un camión de pasajeros quedó atrapado en el agua, lo que llevó a la movilización de lanchas neumáticas para rescatar a los pasajeros. En Azcapotzalco, cinco encharcamientos importantes fueron reportados, siendo el más grave en la colonia Un Hogar para Cada Trabajador, donde seis viviendas sufrieron daños significativos.
**Colapso de Infraestructura y Derrumbes**
El colapso de la red de drenaje en la colonia Granjas Coapa, en Tlalpan, provocó daños en al menos 20 viviendas, lo que subraya la necesidad urgente de mejorar la infraestructura de drenaje en la ciudad. Además, se registraron varios derrumbes de bardas, incluyendo uno en la colonia Roma Norte, donde parte de una casona porfiriana colapsó. Afortunadamente, el inmueble ya había sido evacuado, evitando así posibles lesiones.
En Iztapalapa, una barda perimetral de un terreno baldío se vino abajo debido al reblandecimiento del terreno, aunque no se reportaron heridos. Sin embargo, en la colonia San Francisco Tlalnepantla, en Xochimilco, se deslizaron aproximadamente 30 metros cúbicos de tierra desde un talud de 6 metros de altura, lo que llevó a la evacuación de seis personas de tres viviendas en riesgo. A pesar de la oferta de albergue por parte de la alcaldía, una familia se negó a abandonar su hogar, lo que plantea preocupaciones sobre la seguridad en áreas vulnerables.
La combinación de lluvias intensas y la falta de mantenimiento adecuado en la infraestructura de drenaje ha llevado a un aumento en la frecuencia y severidad de estos eventos. Las autoridades locales deben considerar la implementación de medidas preventivas y de mitigación para evitar que situaciones como estas se repitan en el futuro.
**Reacciones de las Autoridades y la Comunidad**
Las autoridades de la Ciudad de México han estado trabajando arduamente para atender las emergencias generadas por las lluvias. Elementos de Tránsito de la SSC han estado en las calles para agilizar el tráfico en áreas severamente afectadas, como la calzada Ignacio Zaragoza, donde los encharcamientos han causado caos vehicular. La respuesta rápida de los servicios de emergencia ha sido crucial para minimizar los riesgos para la población.
Sin embargo, la comunidad también ha mostrado una notable solidaridad, con ciudadanos ayudando a sus vecinos a salir de situaciones peligrosas. Este tipo de colaboración es fundamental en momentos de crisis, y resalta la importancia de la cohesión social en la respuesta a desastres naturales.
A medida que las lluvias continúan, las autoridades han emitido alertas sobre posibles nuevas precipitaciones y han instado a la población a mantenerse informada y preparada. La situación actual subraya la necesidad de una planificación urbana más resiliente que pueda adaptarse a los cambios climáticos y prevenir futuros desastres.
La Ciudad de México enfrenta un desafío significativo en la gestión de su infraestructura y la seguridad de sus ciudadanos. La combinación de lluvias intensas y la falta de preparación adecuada ha puesto de manifiesto la urgencia de abordar estos problemas de manera integral. La colaboración entre autoridades y ciudadanos será clave para enfrentar los retos que se avecinan y garantizar un entorno más seguro para todos.