En México, el Sistema Nacional de Atención a Víctimas (SNAV) ha estado marcado por la inacción y la falta de atención a las necesidades de quienes han sufrido violencia y violaciones a sus derechos. Desde su creación, hace más de diez años, este sistema ha sesionado únicamente una vez, lo que ha llevado a organizaciones de derechos humanos a exigir su refundación. La situación es alarmante, especialmente en un contexto donde la violencia y el número de personas desaparecidas han aumentado de manera significativa.
La Ley General de Víctimas (LGV) establece que el SNAV debe ser la instancia superior de coordinación para la protección y asistencia a las víctimas. Sin embargo, su funcionamiento ha sido deficiente, lo que ha generado un vacío en la atención a quienes más lo necesitan. El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) ha señalado que es crucial que la presidencia de la República retome el liderazgo en las sesiones del SNAV, al menos una vez al año, para dar un impulso real a las políticas públicas que beneficien a las víctimas.
### La Falta de Coordinación y Compromiso
El SNAV debería estar compuesto por diversas instituciones y entidades públicas, tanto federales como estatales y municipales, así como por organismos autónomos y organizaciones de la sociedad civil. Sin embargo, la realidad es que este sistema ha estado prácticamente inoperante. Desde su instalación, solo se han llevado a cabo dos reuniones, la primera para su creación y la segunda en 2015, lo que refleja una falta de compromiso por parte de las autoridades para atender esta problemática.
El informe del Centro Prodh destaca que la falta de sesiones y de un plan de acción claro ha llevado a que el SNAV se aleje de los objetivos para los que fue creado. La inercia del sistema ha sido tal que se ha vuelto casi irrelevante en la atención a las víctimas, lo que ha generado un sentimiento de abandono entre quienes han sufrido violencia. La situación se agrava aún más al considerar que, a lo largo de tres administraciones —una del PAN, otra del PRI y una más de Morena—, las expectativas de cambio han sido sistemáticamente defraudadas.
La LGV fue resultado de la lucha del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, liderado por el poeta Javier Sicilia tras el asesinato de su hijo. Este movimiento buscaba visibilizar el dolor de las víctimas y exigir una ley que protegiera sus derechos. Sin embargo, a pesar de los avances legislativos, la implementación de estas leyes ha sido deficiente, y el SNAV se ha convertido en un símbolo de la falta de acción del Estado mexicano.
### La Necesidad de Refundación
Ante la inacción del SNAV, el Centro Prodh ha llamado a una refundación del sistema, sugiriendo que se revise su estructura y se diseñe un nuevo modelo que responda efectivamente a las necesidades de las víctimas. La falta de un proceso constructivo ha llevado a que el SNAV se convierta en una entidad que no cumple con su propósito original. Es fundamental que se establezcan mecanismos claros y objetivos para la atención a las víctimas, así como para la reparación integral del daño.
El informe también critica la actuación de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), que es la institución encargada de atender a las víctimas de delitos del fuero federal y de violaciones a derechos humanos. A pesar de que la ley establece el derecho a una reparación integral, en la práctica, este proceso ha sido discrecional y ha generado desigualdades en la atención a casos similares. La CEAV debe avanzar hacia un modelo de reparación que sea transparente y justo, evitando que la discrecionalidad comprometa la confianza de las víctimas en el sistema.
Además, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que ha trabajado en el caso de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, ha señalado la necesidad de que la CEAV opere con independencia y autonomía. Esto es crucial para evitar conflictos de interés y garantizar que las víctimas reciban la atención que merecen. La falta de colaboración efectiva entre los gobiernos estatales y la CEAV ha sido un obstáculo significativo para que la atención a las víctimas se convierta en una verdadera política de Estado.
En este contexto, es evidente que el Estado mexicano ha fallado en su deber de proteger y atender a las víctimas de violencia. La falta de acción y compromiso por parte de las autoridades ha llevado a que muchas personas se sientan desamparadas y sin apoyo en momentos críticos. La refundación del SNAV y la implementación de políticas efectivas son pasos necesarios para restaurar la confianza en el sistema y garantizar que las víctimas reciban la atención y el apoyo que necesitan.