El programa Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF), lanzado en 2019 por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ha sido objeto de análisis y debate en los últimos años. Diseñado para ofrecer capacitación y apoyo a jóvenes desempleados de entre 18 y 29 años, el programa busca reducir la vulnerabilidad de esta población frente al crimen organizado y a la violencia. Sin embargo, un reciente estudio del Colegio de la Frontera Norte ha puesto en tela de juicio la efectividad del programa en la disminución de los homicidios dolosos en el país.
### Evaluación del Programa y su Relación con la Violencia
El estudio revela que, a pesar de que el programa ha beneficiado a más de 2.6 millones de jóvenes, no se ha observado una correlación significativa entre la implementación del JCF y la reducción de homicidios dolosos. Los investigadores José Andrés Sumano Rodríguez y Luis Alberto Reyes Figueroa concluyen que, aunque el programa no parece tener un impacto positivo en la disminución de la violencia, tampoco causa daño, lo que sugiere que podría seguir en funcionamiento debido a otros beneficios que ofrece a la juventud.
El programa, que proporciona una beca mensual y capacitación en diversas áreas, ha sido diseñado para operar en municipios con altos niveles de marginación y violencia. A lo largo de su existencia, ha enfrentado críticas por casos de corrupción y por la percepción de que los beneficios no se distribuyen equitativamente entre los estados gobernados por diferentes partidos políticos. Sin embargo, la mayoría de las evaluaciones han indicado que el programa ha tenido un impacto positivo en el acceso al empleo y a la atención médica para sus beneficiarios.
### Resultados y Críticas al Programa
A pesar de las críticas, el programa ha logrado que casi la mitad de sus beneficiarios encuentren empleo al finalizar su capacitación. Un estudio del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) indica que los jóvenes que participan en el JCF tienen el doble de probabilidades de conseguir trabajo en comparación con aquellos que no participan. Sin embargo, el análisis del impacto en la violencia es más complejo.
Los datos muestran que, en algunos estados, como Coahuila, donde hay un alto número de beneficiarios, se ha registrado un leve aumento en los homicidios dolosos. Esto contradice la hipótesis inicial de que el programa contribuiría a la reducción de la violencia. El estudio también señala que, aunque a nivel nacional se han observado reducciones en las tasas de homicidio, estas parecen estar más relacionadas con factores externos que con la implementación del programa.
El análisis de la relación entre el número de beneficiarios y los cambios en las tasas de homicidio revela que no hay una correlación significativa. Esto plantea preguntas sobre la efectividad del programa en su objetivo de reducir la violencia y sugiere que, aunque el JCF puede ofrecer beneficios en términos de capacitación y empleo, no está logrando su meta de disminuir la criminalidad.
En resumen, el programa Jóvenes Construyendo el Futuro ha sido un esfuerzo significativo para abordar la problemática del desempleo juvenil en México, pero su relación con la violencia y los homicidios dolosos es compleja y requiere un análisis más profundo. A medida que el país enfrenta desafíos en materia de seguridad, es fundamental evaluar no solo la efectividad de programas como el JCF, sino también considerar otras estrategias que puedan complementar sus objetivos y abordar las raíces del problema de la violencia en el país.