Un amplio espectro de organizaciones comunitarias, sindicales y de defensa de los derechos civiles se prepara para llevar a cabo una de las movilizaciones más significativas en la era Trump. Este evento, denominado ‘No Kings Day’, está programado para el 18 de octubre y se espera que congregue a personas de más de 2,500 localidades en Estados Unidos. La manifestación tiene como objetivo rechazar las políticas consideradas «monárquicas» y «antidemocráticas» del actual gobierno, en un contexto marcado por el cierre del gobierno y las redadas migratorias.
La movilización se centrará en ciudades con alcaldes demócratas, como Chicago, que se ha convertido en un epicentro de las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). En Chicago, la protesta comenzará al mediodía en Grant Park, un lugar emblemático que alberga una gran población de migrantes, especialmente mexicanos. Los organizadores han trabajado arduamente para promover el evento, distribuyendo kits de promoción y ofreciendo talleres sobre derechos de los manifestantes y protocolos de seguridad, en un esfuerzo por garantizar que la protesta se lleve a cabo de manera pacífica.
### Estrategias de Organización y Participación
La movilización ‘No Kings Day’ no solo busca visibilizar el descontento hacia las políticas de Trump, sino que también tiene un enfoque estratégico en la organización de cara a las elecciones de medio término programadas para el próximo año. Ezra Levin, uno de los principales organizadores del evento, ha enfatizado la importancia de romper la percepción de que Trump es invulnerable y de movilizar a la ciudadanía para que se sume a la causa. La protesta se extenderá más allá de las grandes ciudades, abarcando suburbios y pueblos pequeños, lo que refleja un esfuerzo por involucrar a una mayor cantidad de personas en el movimiento.
La participación de grupos de defensa de los derechos civiles, como la Unión Nacional de Libertades Civiles (ACLU) y MoveOn, entre otros, ha sido fundamental para la organización del evento. Estos grupos han trabajado en conjunto para asegurar que los manifestantes estén informados sobre sus derechos y las mejores prácticas para evitar enfrentamientos con las autoridades. La movilización se presenta como una oportunidad para que los ciudadanos expresen sus opiniones y demandas de manera pacífica, en un contexto donde la administración Trump ha intensificado su retórica contra los manifestantes.
### Reacción de la Administración Trump
La respuesta de la administración Trump ante la movilización ha sido agresiva. Inicialmente, el movimiento ‘No Kings’ fue ignorado, pero a medida que se acercaba la fecha del evento, se intensificaron los ataques verbales desde la Casa Blanca. Funcionarios republicanos han intentado vincular a los manifestantes con el movimiento Antifa, designado como una organización terrorista doméstica, lo que ha generado un clima de tensión y desconfianza hacia los organizadores del evento.
Tom Emmer, un alto funcionario republicano, ha calificado la manifestación como un evento que refleja el «odio hacia Estados Unidos», lo que ha llevado a una mayor polarización en el discurso político. Además, se ha reportado que la administración está reestructurando la unidad de investigación criminal del Servicio de Impuestos Internos (IRS) para identificar a grupos y donantes de izquierda, lo que ha suscitado preocupaciones sobre la vigilancia y la represión de las organizaciones que se oponen al gobierno.
A pesar de estas amenazas, los organizadores de ‘No Kings Day’ se mantienen firmes en su compromiso de llevar a cabo una protesta pacífica y efectiva. Maribel Hernández Rivera, directora de Estrategias para la Comunidad Inmigrante de la ACLU, ha subrayado que la participación cívica es un derecho protegido constitucionalmente, y que la movilización busca dar voz a quienes se sienten marginados por las políticas actuales.
La jornada de protesta no solo se limitará a Estados Unidos; se espera que se realicen eventos similares en Europa, en países como Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido, así como en México, donde se planea una movilización en San Miguel de Allende. Este enfoque internacional refleja la creciente preocupación por las políticas de Trump y su impacto en la comunidad migrante y en los derechos humanos en general.
La movilización ‘No Kings Day’ representa un momento crucial para la oposición a las políticas de Trump, y su éxito podría tener repercusiones significativas en el panorama político de Estados Unidos. A medida que se acerca la fecha del evento, la atención se centra en la capacidad de organización y la respuesta de la ciudadanía ante un gobierno que ha sido criticado por sus acciones en materia de inmigración y derechos civiles.