La reciente ola de violencia en Reino Unido ha dejado a la comunidad judía en estado de shock tras un ataque a una sinagoga en Manchester que resultó en la muerte de dos personas. Este incidente ha desatado un debate más amplio sobre el antisemitismo y las manifestaciones propalestinas que han tenido lugar en el país desde el inicio del conflicto en Gaza.
### Un ataque devastador en Manchester
El ataque ocurrió durante Yom Kipur, el día más sagrado del calendario judío, cuando Jihad Al-Shamie, un ciudadano británico de origen sirio, embistió con su vehículo a los fieles que se encontraban en la sinagoga de Heaton Park. Posteriormente, utilizó un cuchillo para atacar a los congregantes y trató de forzar su entrada al templo. La policía respondió rápidamente, y Al-Shamie fue abatido, aunque no sin antes causar un daño irreparable. Melvin Cravitz, de 66 años, y Adrian Daulby, de 53, ambos miembros de la congregación, perdieron la vida en este ataque, que ha sido calificado como un acto de terrorismo.
La situación se complicó aún más cuando se reveló que Daulby fue alcanzado accidentalmente por un disparo de un oficial de policía mientras intentaba proteger a otros fieles. Además, tres hombres resultaron gravemente heridos y fueron hospitalizados. Las autoridades han indicado que Al-Shamie pudo haber estado influenciado por una ideología islamista extrema y que llevaba un cinturón explosivo que resultó ser falso. En el momento del ataque, Al-Shamie estaba bajo fianza por una violación previa, aunque no había sido acusado formalmente de ningún delito.
La policía ha arrestado a seis personas en conexión con el ataque, incluyendo tres hombres y tres mujeres de entre 18 y 60 años, bajo sospecha de estar involucrados en la preparación y ejecución de actos de terrorismo. Las investigaciones continúan para determinar si Al-Shamie actuó solo o si hubo cómplices involucrados.
### Protestas y el aumento del antisemitismo
El ataque ha intensificado el debate sobre el antisemitismo en Reino Unido, especialmente en el contexto de las manifestaciones propalestinas que han proliferado desde el inicio del conflicto en Gaza. Según el Community Security Trust, una organización que monitorea incidentes antisemitas, ha habido un aumento significativo en los ataques y hostigamientos hacia la comunidad judía desde el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás lanzó un ataque contra Israel, lo que provocó una respuesta militar del país.
Algunos líderes políticos y religiosos han señalado que las manifestaciones propalestinas, aunque en su mayoría pacíficas, han contribuido a un clima de odio hacia los judíos. Frases como «Del río al mar, Palestina será libre» han sido interpretadas por algunos como incitaciones al antisemitismo. A pesar de las críticas, los organizadores de estas manifestaciones defienden su derecho a protestar y argumentan que su objetivo es llamar la atención sobre la situación en Gaza.
El viceprimer ministro, David Lammy, ha instado a los organizadores de las protestas a posponer sus eventos en respeto al dolor de la comunidad judía tras el ataque en Manchester. Sin embargo, las manifestaciones continuaron, con cientos de personas en Manchester y Londres exigiendo el fin de la guerra en Gaza y defendiendo los derechos del pueblo palestino. En Londres, la policía detuvo a varios manifestantes que se sentaron en Trafalgar Square sosteniendo carteles que decían «Me opongo al genocidio, apoyo a Palestine Action».
Desde que Palestine Action fue proscrito en julio, más de 1,500 personas han sido arrestadas en protestas relacionadas, y más de 130 han sido acusadas de delitos de terrorismo. Activistas como Jonathon Porritt han defendido el derecho a manifestarse, argumentando que es posible mostrar respeto por las víctimas del ataque en Manchester mientras se aboga por los derechos de los palestinos.
El rabino jefe Ephraim Mirvis ha expresado su preocupación por el aumento del antisemitismo, describiendo el ataque como el resultado de una «ola implacable de odio hacia los judíos» que se manifiesta tanto en la calle como en internet. Este clima de tensión ha llevado a un aumento en la vigilancia y la protección de las comunidades judías en todo el país, mientras que el debate sobre la crítica a Israel y el antisemitismo continúa siendo un tema candente en la política británica.
La situación en Reino Unido refleja un momento crítico en la relación entre las comunidades judía y musulmana, así como el impacto del conflicto en Gaza en la política y la sociedad británica. A medida que las protestas continúan y las investigaciones sobre el ataque avanzan, la necesidad de un diálogo constructivo y de respeto mutuo se vuelve más urgente que nunca.