La situación actual en el Congreso de Estados Unidos se ha vuelto crítica, ya que el plazo para aprobar un nuevo presupuesto federal se acerca rápidamente. A medida que se aproxima la medianoche del martes, la posibilidad de un cierre del gobierno se vuelve cada vez más inminente. Este escenario se produce en medio de un enfrentamiento entre los demócratas y los republicanos, liderados por el presidente Donald Trump, quien ha calificado de inaceptables las demandas de la oposición para llegar a un acuerdo sobre el presupuesto.
El Congreso tiene hasta el 30 de septiembre para evitar que el gobierno se quede sin fondos, lo que podría llevar a la paralización de diversas agencias federales. La situación se complica aún más debido a la falta de consenso entre ambas partes. Los republicanos presentaron un presupuesto provisional el 19 de septiembre que permitiría mantener el gobierno en funcionamiento durante siete semanas, pero este fue rechazado en el Senado, donde se requiere al menos el apoyo de siete demócratas para su aprobación.
### La Larga Historia de los Cierres Gubernamentales
El cierre del gobierno no es un fenómeno nuevo en Estados Unidos. De hecho, el país ha experimentado varias paralizaciones en el pasado, siendo la más notable durante el primer mandato de Trump, que se convirtió en el cierre más largo de la historia, durando 35 días entre diciembre de 2018 y enero de 2019. Durante ese periodo, aproximadamente 340,000 de los 800,000 empleados federales fueron enviados a casa sin paga, lo que generó un impacto significativo en la economía y en la vida de muchos trabajadores.
La historia de los cierres gubernamentales en EE.UU. se remonta a décadas atrás, y cada uno de ellos ha dejado una huella en la administración pública y en la percepción del gobierno por parte de los ciudadanos. En general, los cierres ocurren cuando no se logra un acuerdo sobre el presupuesto, lo que obliga a las agencias a clasificar a sus empleados como esenciales o no esenciales. Los empleados considerados no esenciales son enviados a casa, mientras que los esenciales continúan trabajando, aunque a menudo sin recibir su salario hasta que se resuelva la situación.
### Consecuencias de un Cierre del Gobierno
Las repercusiones de un cierre del gobierno son múltiples y afectan tanto a los empleados federales como a los ciudadanos en general. En primer lugar, los empleados que son considerados no esenciales se verán obligados a entrar en excedencia, lo que significa que no recibirán su salario hasta que se apruebe un nuevo presupuesto. Esto puede generar dificultades económicas para muchas familias que dependen de esos ingresos.
Por otro lado, las agencias gubernamentales que se ocupan de la seguridad nacional, como el FBI, la CIA y los controladores de tráfico aéreo, seguirán operando, pero también enfrentarán la incertidumbre de no recibir su pago a tiempo. Esto puede afectar la moral y la productividad de los empleados, creando un ambiente de trabajo tenso y poco eficiente.
Además, un cierre del gobierno puede tener un impacto negativo en la economía en general. La falta de servicios gubernamentales puede afectar a las pequeñas empresas y a los ciudadanos que dependen de servicios como la obtención de licencias, permisos y otros trámites administrativos. La incertidumbre económica también puede desalentar la inversión y el gasto, lo que podría llevar a una desaceleración económica más amplia.
En el contexto actual, Trump ha indicado que está preparado para despedir a un número significativo de empleados federales, especialmente en programas considerados no esenciales. Esta estrategia podría ser vista como una oportunidad para reducir el tamaño del gobierno, pero también plantea preocupaciones sobre el impacto en los servicios públicos y en la estabilidad laboral de miles de trabajadores.
La falta de acuerdo entre demócratas y republicanos se centra en cuestiones clave como la extensión de subsidios para el cuidado de la salud y la reversión de recortes en programas como Medicaid. Los demócratas han dejado claro que no apoyarán un presupuesto provisional sin que se atiendan sus demandas, mientras que Trump y los republicanos han rechazado cualquier concesión, lo que ha llevado a un estancamiento en las negociaciones.
A medida que se acerca la fecha límite, la presión aumenta sobre ambos partidos para que encuentren un camino hacia un acuerdo. Sin embargo, las profundas divisiones ideológicas y la falta de voluntad para comprometerse hacen que la posibilidad de un cierre del gobierno sea cada vez más probable. La historia ha demostrado que los cierres gubernamentales no solo afectan a los empleados federales, sino que también tienen un impacto duradero en la confianza del público en el gobierno y en la capacidad de los líderes para gestionar eficazmente los asuntos del país.