En la Ciudad de México, la tensión entre los vecinos de las colonias Guerrero y Centro Histórico y las autoridades capitalinas ha escalado a un nuevo nivel. El pasado 5 de agosto de 2025, los habitantes de estas zonas realizaron bloqueos en importantes vías de la ciudad, como el cruce de Eje Central y la calle Mina, así como en Paseo de la Reforma a la altura de la calle Violeta. Estas manifestaciones tienen como objetivo exigir el retiro de los puntos de consumo de cannabis que han sido recientemente inaugurados en la Plaza de la Concepción y en la Glorieta de Simón Bolívar.
La situación ha generado un gran impacto en la movilidad de la zona, afectando a miles de automovilistas y peatones. Los manifestantes argumentan que la instalación de estos espacios de consumo ha traído consigo una serie de problemas, incluyendo el aumento de la inseguridad y la alteración del orden público. A pesar de las reuniones previas con las autoridades, los vecinos sienten que sus preocupaciones no han sido atendidas adecuadamente, lo que ha llevado a la decisión de bloquear las calles como forma de protesta.
### Demandas de los vecinos
Los habitantes de las colonias afectadas han expresado su descontento a través de diversas plataformas, señalando que la falta de diálogo efectivo con el gobierno de la Ciudad de México ha sido un factor clave en su decisión de manifestarse. Aseguran que han solicitado la reubicación o eliminación de los puntos de consumo de cannabis, pero hasta el momento no han recibido respuestas satisfactorias.
Los bloqueos se han llevado a cabo en momentos de alta afluencia vehicular, lo que ha intensificado la frustración de los automovilistas. Los manifestantes, por su parte, han hecho un llamado a la solidaridad de otros ciudadanos, argumentando que su lucha no solo es por el bienestar de su comunidad, sino también por el derecho a vivir en un entorno seguro y libre de problemas asociados al consumo de drogas en espacios públicos.
La situación se complica aún más debido a la creciente popularidad del consumo de cannabis en la Ciudad de México, que ha sido legalizado para uso recreativo en ciertos contextos. Sin embargo, los vecinos de Guerrero y Centro Histórico sostienen que la implementación de estas políticas debe ir acompañada de medidas que garanticen la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos.
### Reacciones de las autoridades
Las autoridades de la Ciudad de México han respondido a las manifestaciones con un llamado al diálogo, proponiendo mesas de negociación para abordar las preocupaciones de los vecinos. Sin embargo, muchos manifestantes consideran que estas propuestas son insuficientes y que las acciones deben ser más contundentes para abordar el problema de fondo.
En medio de este conflicto, algunos usuarios de cannabis han defendido su derecho a consumir en espacios públicos, argumentando que el consumo responsable no debería ser motivo de preocupación para los vecinos. Sin embargo, esta perspectiva no ha logrado calmar las tensiones, y las protestas continúan siendo un tema candente en la agenda pública de la ciudad.
La situación en la Ciudad de México refleja un dilema más amplio sobre la legalización del cannabis y su impacto en las comunidades urbanas. A medida que más ciudades en todo el mundo consideran la posibilidad de legalizar el consumo de cannabis, las experiencias de lugares como Guerrero y Centro Histórico pueden ofrecer lecciones valiosas sobre cómo gestionar la transición hacia una política de drogas más liberal.
Los bloqueos y las protestas son un recordatorio de que, aunque la legalización puede ser vista como un avance en términos de derechos individuales, también es fundamental considerar las preocupaciones de las comunidades afectadas. La búsqueda de un equilibrio entre el derecho al consumo y la necesidad de mantener la seguridad y el orden público es un desafío que las autoridades deben enfrentar con seriedad y compromiso.
A medida que las negociaciones continúan, los vecinos de Guerrero y Centro Histórico esperan que sus voces sean escuchadas y que se tomen medidas concretas para abordar sus preocupaciones. La situación sigue evolucionando, y es probable que las manifestaciones y el diálogo entre las partes involucradas continúen en el futuro cercano.