La extracción ilegal de hidrocarburos, comúnmente conocida como huachicoleo, ha sido un problema persistente en varias regiones de México, especialmente en el Estado de México. Este fenómeno no solo afecta la economía del país, sino que también representa un grave riesgo para la seguridad pública y el medio ambiente. En particular, el corredor que abarca Jilotepec, Soyaniquilpan, Huehuetoca y Ecatepec se ha convertido en un foco de atención para las autoridades debido a la actividad delictiva relacionada con el robo de combustible.
**La Actividad Huachicolera en el Corredor Jilotepec-Soyaniquilpan**
En el norte del Estado de México, la actividad huachicolera ha alcanzado niveles alarmantes. Grupos delictivos y particulares realizan acometidas ilegales a los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), utilizando métodos sofisticados como la creación de túneles y la instalación de tomas clandestinas. Según informes de las autoridades, se han recuperado hasta 18.3 millones de litros de carburante gracias a la clausura de estos puntos de extracción ilegal.
Uno de los casos más notorios fue el incendio en el manantial de Mexicaltongo, que se produjo en las últimas semanas de 2023. Este manantial es vital para la comunidad, ya que abastece de agua a aproximadamente 6,000 habitantes de Jilotepec y Soyaniquilpan. La situación llevó a las autoridades a sospechar que el incendio podría haber sido causado por una fuga de hidrocarburo proveniente de una toma ilegal. Este incidente subraya la interconexión entre el robo de combustible y otros problemas ambientales y de salud pública.
**Operativos y Estrategias de Combate al Huachicoleo**
El 29 de junio de 2025, un operativo conjunto entre la Guardia Nacional y la Fiscalía General de Justicia del Estado de México resultó en la captura de 32 personas, incluyendo líderes de redes criminales dedicadas al huachicoleo. Durante este operativo, se aseguraron 12 inmuebles utilizados como centros de operaciones y se confiscó una gran cantidad de vehículos y equipo, incluyendo 21 tractocamiones y 48 vehículos de diversas categorías. Además, se encontraron armas, drogas y una suma significativa de dinero en efectivo.
Este tipo de operativos son parte de una estrategia más amplia para combatir el robo de combustible en el país. Pemex ha reportado el hallazgo de 54 túneles utilizados para la extracción ilegal de hidrocarburos, de los cuales 18 se localizaron en el Estado de México. La clausura de estos túneles ha permitido recuperar millones de litros de combustible y ha llevado a la detención de cientos de personas involucradas en estas actividades delictivas.
La estrategia de combate al huachicoleo ha mostrado resultados significativos. Entre 2019 y 2024, la extracción diaria promedio de combustible robado se redujo en un 84%, pasando de 56,000 barriles en 2018 a 9,100 barriles. Este descenso es un indicativo de la efectividad de las acciones implementadas por las autoridades, aunque el problema persiste y requiere un enfoque continuo y multifacético.
**Impacto en la Comunidad y el Medio Ambiente**
El huachicoleo no solo afecta la economía nacional, sino que también tiene un impacto directo en las comunidades locales y el medio ambiente. Las tomas clandestinas y la extracción ilegal de hidrocarburos pueden provocar derrames que contaminan el suelo y el agua, afectando la salud de los habitantes y la biodiversidad de la región. Además, la violencia asociada con estas actividades delictivas genera un clima de inseguridad que afecta la calidad de vida de los residentes.
Las autoridades han comenzado a implementar programas de concientización y prevención en las comunidades afectadas, buscando involucrar a los ciudadanos en la lucha contra el huachicoleo. La colaboración entre Pemex, las fuerzas de seguridad y la comunidad es crucial para erradicar este problema de raíz.
**El Futuro del Combate al Huachicoleo**
A medida que las autoridades continúan sus esfuerzos para combatir el huachicoleo, es fundamental que se mantenga un enfoque integral que incluya no solo la represión de las actividades delictivas, sino también la promoción de alternativas económicas para las comunidades afectadas. La creación de empleos y oportunidades de desarrollo puede ser una herramienta poderosa para reducir la dependencia de actividades ilícitas.
El desafío es grande, pero con la colaboración de todos los sectores de la sociedad, es posible avanzar hacia un futuro donde el huachicoleo sea una práctica del pasado. La lucha contra el robo de combustible es una tarea que requiere compromiso, innovación y, sobre todo, la participación activa de la ciudadanía.